La propuesta lanzada por la alcaldesa Raquel González para que los dos representantes del PARTIDO DE CASTILLA Y LEÓN (PCAL) asuman más responsabilidades dentro del Ayuntamiento cogiendo alguna concejalía, parece haber caído en saco roto, al menos por el momento. «A día de hoy no entra en nuestros planes», responde el portavoz castellanista, José Ignacio Díez Arranz quien argumenta que participando con voz y voto en las juntas de Gobierno pueden realizar una mejor labor fiscalizadora y también de colaboración. «Apoyaremos todo lo que consideremos necesario como hemos hecho hasta ahora», advierte.
Y es que, el acuerdo de estabilidad entre ambas formaciones no siempre ha sido fácil y la concesión de la licencia provisional a la empresa Toros Ricor para que celebrase la feria taurina en la plaza cubierta, en las últimas fiestas patronales, no logró el consenso de los grupos PP y PCAL, y mientras el equipo de Raquel González votó a favor al entender que el empresario había subsanado la mayoría de las irregularidades urbanísticas (a falta del aparcamiento), los dos concejales del partido castellanista votaron en contra al considerar «que un asunto tan sensible como este, debía tratarse con la mayor escrupulosidad posible», y que el aval presentado por Victoriano del Río «no contaba con la revisión del Secretario municipal y el Letrado Urbanista».
Superado este primer bache, las relaciones vuelven a la normalidad y según explicaba el lunes la propia alcaldesa, la comunicación es fluida y excelente. «Se está trabajando con el PCAL perfectamente», apuntaba la regidora municipal.
Un argumento que comparte el portavoz castellanista. «Es lógico que cada grupo defienda su postura pero no hay que olvidar que los dos queremos lo mejor para Aranda. Que haya discrepancias no significa que estemos en desencuentro», aclara.
El acuerdo de estabilidad – que no de gobierno-, entre ambas formaciones se selló el pasado 8 de junio. Entonces el PP accedió a un gobierno en minoría mientras que el PCAL, que rehusó a formar equipo de Gobierno y a presidir concejalía alguna, acordó participar con voz y voto en las juntas de Gobierno. «A nivel personal es duro renunciar a una concejalía pero pienso firmemente que las personas que nos han votado han querido que en el Ayuntamiento entre un soplo de aire fresco». «Consideramos que manteniendo nuestra independencia a la hora de tomar decisiones, aumentaremos nuestra autonomía para ejercer las labores de control de gobierno», defendía hace tres meses José Ignacio Díez Arranz.
El documento testigo de este primer acuerdo de estabilidad contemplaba prioridades como la finalización de la circunvalación Este y entronque con la A-11, la finalización de la variante de Aranda de la autovía A-11; la materialización del entronque de la A-1 y la A-11; la finalización de la ejecución del puente Bañuelos; la puesta en marcha y aprobación de la redacción del nuevo Plan General de Ordenación Urbana; la potenciación de la línea férrea a través del tráfico de mercancías; la realización del ramal ferroviario; la mejora de la carretera comarcal BU-912; la extracción de los tanques de la Plaza de la Virgencilla; el comienzo de las gestiones para el hospital; la creación de un organismo para la conservación del polígono industrial Allendeduero; la formalización de un ente de gestión del recinto ferial; el fomento de la promoción industrial y atracción de inversores a los polígonos industriales de la ciudad y la dotación de zonas de aparcamiento. «En estos cien días hemos observado, hemos aprendido y hemos demostrado que seguimos la línea que dijimos que íbamos a seguir. También hemos tomado decisiones importantes pero seguiremos trabajando junto al equipo de Gobierno para sacar todos estos proyectos adelante», sostiene.
(Fuente: LORETO VELÁZQUEZ / El Correo de Burgos)
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