El PARTIDO DE CASTILLA Y LEÓN (PCAL) ve urgente la elaboración de un nuevo pliego para la gestión de la piscina climatizada municipal, donde la empresa concesionaria lleva tres años trabajando con renovaciones anuales. Una empresa, advierte la candidata número 2 al Ayuntamiento por parte del PCAL, Elia Salinero, a la que es necesario además exigir una mejor limpieza de las instalaciones, «dos limpiezas diarias, más una general semanal y otra más profunda mensual y, desde luego, con hoja de control de las mismas», advierten.
Y es que desde la agrupación castellanista opinan que el Ayuntamiento debe asumir su actividad de control y seguimiento de la gestión mediante informes periódicos. «La privatización no implica el olvido por parte del ayuntamiento de las instalaciones, que siguen siendo municipales», comenta Salinero.
Por otro lado, opinan que el nuevo pliego debe incluir una ampliación del horario y una regulación de los cursillos. «Muchas son las quejas que llegan con relación a las instalaciones de la piscina, desde la mala conservación de los exteriores, la poca limpieza, los desperfectos, roturas en los baños, vestuarios, gimnasio, las horas de apertura de la instalación, el excesivo número de días de cierre, la masificación y podríamos seguir así todo el día», señalan desde el PCAL.
La Junta obliga a controlar la ventilación y la temperatura del agua de las piscinas
El PCAL ha dado a conocer también un escrito emitido desde el servicio de Sanidad de la Junta de Castilla y León donde se indica que las instalaciones de la piscina climatizada no cumple los parámetros de ventilación del recinto ni los de la diferencia entre la temperatura del agua y del ambiente.
Han sido varias las visitas que se han efectuado ante una queja realizada por un usuario que señalaba problemas de irritación de garganta, ojos, tos y picor en la piel. En ellas, se ha visto que el volumen de aire es superior al límite mínimo establecido, que se detectó un olor de cloro más agudizado en las visitas de la noche que en las de la mañana y que la diferencia entre la temperatura del agua y la ambiental era de 1,2 grados centígrados inferior a la establecida en la normativa.
El resultado de estas inspecciones ha sido la elaboración de un escrito de la administración regional al Ayuntamiento de Aranda «en el que se le insta a controlar la ventilación del recinto y la diferencia de temperatura entre el agua y el ambiente, sobre todo en las horas previas al cierre de la instalación».
(Fuente: Begoña Cisneros/Diario de la Ribera)
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