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Castilla nos une

Castilla nos une

El PCAS acusa de traición a Cospedal por el trasvase Júcar-Vinalopó. (Marzo 2015).

Este acuerdo consiste en trasvasar agua desde el pantano de Alarcón (Júcar) hacia el Vinalopó alicantino “para evitar y abaratar el coste de bombear caudales desde la parte baja del tramo valenciano en la toma del Azud de la Marquesa “a los pobres“ levantinos, costes que tendremos que pagar “los ricos castellanos“, que como de costumbre tenemos espaldas y tragaderas para todo, así como para evitar las continuas trifulcas por el agua entre valencianos y alicantinos que provocan los trasvases entre esas dos provincias”.

El Partido Castellano-Tierra Comunera (PCAS-TC) explica que históricamente «desde Alicante se pide agua del Júcar desde la toma del Azud de la Marquesa, en el tramo valenciano del Júcar, por ser medianamente abundante y de calidad aún, pero los valencianos se oponen porque eso les resta agua a ellos en el tramo final del río antes de desembocar en Cullera, ofreciéndola solo desde aquí, cosa que los alicantinos no aceptan porque en ese tramo ni hay agua, ni es de calidad pues el río es ya una cloaca, se ha esquilmado ya totalmente convirtiendo al mismo en una charca infecta. Ahora, para ‘solucionar’ la negativa a trasvasarse agua entre ellos en su tramo del río, no se les ha ocurrido otra cosa que acudir, como siempre, al tramo conquense, a Alarcón. Esta es la ‘solución’ ideada por Fabra, el presidente valenciano, para evitar las peleas entre ellos. A nuestra costa, claro» razonan desde el PCAS-TC, «y es que los levantinos también se oponen a los trasvases cuando han de cederla, no así cuando han de recibirla».

La formación castellanista conquense advierte que “estudiará con lupa el acuerdo en cuanto se dé carta de naturaleza al mismo y lo denunciará en los tribunales” y recuerda que  en el mismo, además de violarse por enésima vez la teórica preferencia de las cuencas cedentes y el derecho a su uso, así como a una compensación económica justa, hay una subvención encubierta ilegal ya que la fórmula elegida implica que en la factura de los hogares se está incluyendo el coste del bombeo extra para el agua de regadío, es decir, que como los agricultores levantinos no pueden, o no quieren, pagar el sobreprecio del bombeo, nos lo repercuten a todos en nuestros hogares”. Esto es “manifiestamente injusto, ilegal e inmoral, porque no solo se llevan nuestra agua, sino que les pagamos para que se la lleven. Eso sí, de los beneficios que ella genera no vemos ni un euro” advierte el Partido Castellano-Tierra Comunera (PCAS-TC).

Los castellanistas conquenses recuerdan que “vamos a incluir en nuestro programa electoral el rescate del Decreto Romero de hace décadas para construir entre 50 y 60.000 hectáreas de regadío en La Manchuela conquense y albacetense, que crearían 20.000 empleos agrícolas y agroindustriales, además de los indirectos e inducidos, y lo haremos con nuestra propia agua del Júcar y del Cabriel, sin pedirle nada a nadie y pese a quien pese, pues estamos hartos de que nos tomen el pelo unos y otros, de aquí y de allí, del PP y del PSOE, de que se nos sacrifique para beneficio de otras partes de España que parecen ser de primera”.

 

La formación castellanista, que se declara de estricta y exclusiva obediencia castellana, recuerda que “solo en esta legislatura se han cometido algunos de los más graves atropellos contra los intereses económicos de Castilla, tales como el bochornoso acuerdo Tajo-Segura, al que por primera vez se le dio rango de ley y que establece unas normas que dan seguridad jurídica y tranquilidad solo a los agricultores levantinos, lo que significa que por primera vez, si no nos dejamos expoliar el agua, estamos incumpliendo la ley».

Desde el PCAS-TC destacan igualmente “la estafa jurídica que supone mantener dentro de la cuenca hidrográfica del Júcar a comarcas valencianas enteras que son independientes de este río, tales como El Alacantí o la Marina Baja, lugares que recibirán ahora el agua de Alarcón como si fuese propia, lo que a nuestro juicio se hace para encubrir lo que realmente es, un trasvase, y para aumentar la superficie y la representación política valenciana en la Confederación Hidrográfica del Júcar, el 60% de cuya superficie no es realmente Júcar”.

 

Para los castellanistas conquenses, que no ahorran críticas a la política hidrológica de todos los gobiernos de España, “este acuerdo demuestra el permanente y calculado engaño del Ministerio de Agricultura cuando aseguró que “excluiría de la futura demarcación hidrográfica del Júcar las comarcas citadas“ y deja en evidencia al jefe de la Oficina de Planificación Hidrológica de la Confederación del Júcar, Teodoro Estrela, quien públicamente “descartaba de manera tajante la opción de trasvasar desde el pantano conquense de Alarcón hasta el Vinalopó“ asegurando, en junio de 2014, que “no había alternativa a que la toma del trasvase fuera en Cullera“ y que “así se contempla en el Plan de Cuenca del río y de la demarcación“”.

 

Todo ello demuestra, a juicio del PCAS-TC, «hasta qué punto se pitorrean de nosotros, de sus propias declaraciones y de sus propios planes y leyes, así como la preeminencia de los intereses valencianos sobre los castellanos en esta España periferista. Mª Dolores de Cospedal deja patente una vez más que, es el enemigo número uno de Castilla», cosa que desde la formación castellanista PCAS-TC se viene denunciando.

(Fuente: http://eldiadigital.es/not/131527/el-pcas-acusa-de-traicion-a-cospedal-por-el-trasvase-jucar-vinalopo/ ).

 

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