La historia del castillo de Jadraque abarca cientos de años, desde su inicio como fortaleza árabe hasta su conquista por los castellanos en la ofensiva que culminaría en 1085 con la toma de Guadalajara y Toledo por Alvar Fáñez de Minaya y Alfonso VI, respectivamente.
Esta fortaleza, símbolo de Jadraque y de la planicie que domina, se encuentra en estado ruinoso desde que se emprendió el plan de restauración del castillo que todos conocemos. Tras aprobarse en la comisión interministerial la iniciativa se redactó y aprobó el proyecto en Febrero de 2003. En noviembre de 2005 el Ayuntamiento firmaba un acuerdo con la empresa Henarsa, perteneciente al grupo Dragados, para financiar los primeros trabajos que ascendían a 3.125.000 euros. De esta cantidad, 465.000 euros correspondían a excavaciones arqueológicas, 2,1 millones eran para la fase I y 147.376 para confeccionar los proyectos de las fases II y III que completarían la restauración. El Ayuntamiento recibió los fondos en febrero de 2006 y tras el obligado concurso la obra es adjudicada en el mes de agosto a la empresa Geocisa. En el mes de diciembre de ese año comienzan las obras para las que había un plazo de diez meses. En ese tiempo había que consolidar las murallas exteriores y reconstruir las murallas históricas aparecidas cerrando el perímetro, reponer los paramentos interiores de la muralla del castillo en todas las zonas deterioradas haciendo los drenajes necesarios para que las aguas pluviales no quedaran en el recinto y levantar una bóveda en el aljibe del patio del castillo para destinarlo a uso museístico. Las obras se desarrollan con cierto retraso por lo que en Julio se amplía el plazo de los trabajos en seis meses. En Noviembre de 2007 se produce el derrumbe de uno de los torreones rehabilitados. En poco tiempo han de apuntalarse otros dos que se agrietan y corren el riesgo de venirse abajo. Tras esto se descubren irregularidades en la restauración por parte de la empresa, que sustituyó la zahorra por barro, así como no realizó los drenes necesarios, por lo que ambas cosas provocaron la saturación del material que deslizó provocando los derrumbes, y posteriores apuntalamientos. Con esta situación sobre el cerro se decide la paralización de la obra. Los trabajos de las fases II y III están retenidos por el Instituto del Patrimonio Histórico Español hasta que se aclare qué ocurre con la fase I.
Desde el PARTIDO CASTELLANO (PCAS) en Guadalajara se quiere llamar la atención a los responsables de la empresa Geocisa, a los que se reclama retomen de inmediato y sin dilación los trabajos de sostenimiento y restauración de la fortaleza de Jadraque, así como los castellanistas solicitamos una mediación de la Diputación Provincial en el conflicto entre empresa y Ayuntamiento para solventar cuanto antes este episodio vergonzoso en el que los ciudadanos de Jadraque, y de toda la provincia, estamos a punto de perder un símbolo importantísimo de nuestro patrimonio, con siglos de historia, por la negligencia de quienes les estaba encomendada su restauración.
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