La Agrupación de Segovia del PARTIDO CASTELLANO (PCAS-Segovia) quiere ofrecer sus propuestas ante el debate producido por los proyectos de reorganización territorial que ha emprendido la Junta de Castilla y León coincidiendo con los peores momentos de la peor crisis y con unos planes que parecen sustentarse exclusivamente en la eliminación de los pequeños municipios castellanos. El PARTIDO CASTELLANO (PCAS-Segovia) entiende que la reorganización territorial de Castilla y León sí es un tema urgente como lo era ya cuando hace 25 años el PP tomó las riendas políticas de la Comunidad Autónoma.
El PARTIDO CASTELLANO (PCAS) entiende que la crisis económica no debe ser la excusa para aplicar unos recortes de fondos territoriales en el medio rural castellano que conlleven a su lisa y llana desaparición. Ni los pueblos de Castilla y León, ni sus habitantes, ni sus actividades productivas han generado la crisis económica que padecemos, ni la han gestionado mal, ni la han agravado. Que las autoridades de la Junta y del Estado quieran hacerlos los paganos de errores que sólo han cometido los gobernantes políticos y los grandes financieros rendidos a los poderes económicos resultaría inadmisible.
Ni el número de municipios rurales con sus habitantes es la causa de la crisis -estos municipios tradicionalmente poco atendidos salen muy baratos a las haciendas Central y Autonómica en relación con las aportaciones fiscales y beneficios sociales y económicos que aportan- , ni su eliminación generará ahorro apreciable en las arcas de una economía de Estado que se desangra por otros motivos.
Ya es hora de que se apoye decididamente a la población rural castellana. Ya es hora de que se apoyen sus actividades económicas que son de interés estratégico (agrícolas, ganaderas, extractivas, turísticas, generadoras de energía, etc.) del mismo modo que los gobiernos de España y autonómicos han apoyado reiteradamente a los bancos sospechosos, a las constructoras que inflaron la burbuja inmobiliaria y a las empresas automovilísticas.
Con estas premisas, el PARTIDO CASTELLANO (PCAS) hace llegar a los segovianos verdaderamente interesados en vivir en esta tierra y a las autoridades de Castilla y León seis principios irrenunciables que ningún gobernante debería ignorar:
1º. Que la reorganización territorial sea un proceso democrático, igualitario y solidario: es necesario que se escuchen y se tengan en cuenta las opiniones, los intereses y las iniciativas de la población rural implicada en el proceso y que estos puntos de vista sean plasmados sobre los documentos oficiales definitivos. De no hacerlo así estaremos ante imposiciones desde arriba que crearán innecesarias situaciones de conflicto y abonará rencor social hacia las instituciones que actúen por la fuerza. Sin escuchar a los ciudadanos de las zonas rurales será imposible avanzar en un nuevo sistema de organización territorial como ya pasó en los años 70 con las agrupaciones de municipios. EL PARTIDO CASTELLANO (PCAS) en cualquier caso estará vigilante para que la democracia y el respeto a la población rural de Castilla y de Segovia prevalezcan sobre intereses abusivos de grupos u organizaciones de poder.
2º. Cualquier medida que se tome debe priorizar la lucha contra la despoblación y la apuesta por el desarrollo de un medio rural vivo, como ejes fundamentales que articulen la definición del nuevo modelo territorial. Sin población rural no habrá ni Patrimonio ni cultura ni posibilidad de un tejido social vivo. Y es necesario llegar a tomar medidas fiscales que animen y favorezcan la fijación de población en el campo.
3º. La reorganización territorial en Castilla y León debe estar guiada por la conservación y mejora de los servicios públicos a los ciudadanos de las zonas rurales: Salud, Educación, Agricultura y Ganadería, Gestión de Residuos, Aguas, Turismo, Electricidad, Atención a los mayores,… Todos ellos deben ser garantizados por las correspondientes partidas económicas en los presupuestos de la Junta de Castilla y León y en cualquier caso es necesaria la gestión de forma transparente, austera y eficaz de los recursos.
4º. Apuesta por las mancomunidades de municipios o comarcas como elemento de organización territorial básica de Castilla y León, que asuman competencias y medios económicos y recursos humanos asignando cantidades presupuestarias suficientes en los presupuestos de la Junta. Estas mancomunidades o comarcas debe garantizar la identidad y la autonomía de los municipio integrantes como entidades que conservan la personalidad jurídica propia, capaces de decidir su propio futuro y de gestionar sus recursos. En este punto habría que priorizar siempre que fuera necesario los intereses de las personas sobre los límites provinciales actuales.
5º. Simplificación del mapa administrativo en Castilla y león, evitando duplicidades, estableciendo claramente el régimen competencial y, en este sentido, es evidente la transformación o desaparición de las Diputaciones Provinciales, como organización redundante desde 1981, cuyas funciones y trabajadores y los servicios que estas prestan deberían pasar a depender de la Junta de Castilla y León
6º. Apuesta por políticas de Desarrollo Rural en Castilla y León basados en el valor de sus propios recursos materiales e inmateriales (Recursos Naturales, Patrimonio, Cultural e Histórico, Patrimonio Natural, Transformación de Materias Primas.) y en la organización y sistemas de producción propuesto por las propias poblaciones rurales.
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