El PARTIDO CASTELLANO (PCAS) es contundente, mientras el turismo de sol y playa salvará las cuentas económicas de Rajoy este verano, el turismo de interior, y muy especialmente el turismo cultural y rural en Castilla y León y en Burgos se hunde sin paliativos, amenazando con destruir cientos de empresas y miles de puestos de trabajo en esta comunidad y en esta provincia, ante la pasividad de las administraciones estatal, autonómica, provincial y local, todas ellas gobernadas por el PP.
Las cifras ofrecidas por el INE son claras y evidencian, a juicio de Luis Marcos, secretario de organización del PCAS que, «ni la capitalidad gastronómica, ni la errática política de promoción turística de las administraciones están sirviendo para nada». Los datos comparados de Junio de 2012 y 2013 son esclarecedores para la provincia. Burgos registro un número similar de viajeros en estos años (65.633 viajeros en 2013, y 65.229 de 2012), y un ligero aumento de pernoctaciones 98.980 en este año, frente a las 97.802 del pasado año, la media sigue situándose en 1,51 noches por visitante, la tercera más baja en el conjunto de España, y la menor de Castilla y León, en este periodo. Durante 2012, la provincia de Burgos sufrió un descenso de pernoctaciones en establecimientos hoteleros, de más del 6% respecto a 2011. En Junio de 2013, cuando España ha recibido más de 6.300.000 turistas extranjeros (con un crecimiento anual del 4,3%), Castilla y León solo atrajo a un exiguo 1,3% de los mismos, muchos de ellos incluidos dentro de los peregrinos del Camino de Santiago. Por comunidades autónomas Castilla y León registró un descenso, en los dos primeros meses del año, del -3,5% en el número de afiliados a la Seguridad Social en el sector de la hostelería y agencias de viajes.
El estancamiento, cuando no descenso, tanto de visitantes como de gasto total efectuado, impulsa a los castellanistas a reclamar un Plan de Choque Turístico para Burgos y su Provincia, basado en la planificación con los sectores afectados, en la coordinación entre administraciones y en la concepción del turismo de interior, cultural y ambiental como uno de los ejes básicos de la recuperación económica y la creación de empleo en Burgos. «Para los responsables del sector en nuestra provincia parece sólo existir el título -previa compra- de Capital Gastronómica, sin desarrollar ninguna otra acción de peso a nivel provincial», declararon los castellanistas. Siguen sin comercializarse ningún tipo de paquete turístico a gran escala que incluya, viaje, alojamiento y manutención, a la provincia de Burgos. Ni siquiera el referente internacional de Atapuerca cuenta con una oferta de este tipo.
Los castellanistas son críticos ante la errática gestión en turismo del PP en Ayuntamiento y Diputación, que apostaron por comercializar diferenciadamente capital y provincia, cerrando el Patronato de Turismo, para posteriormente admitir que la promoción debe de ser conjunta, buscando la creación de nuevos organismos, que ha día de hoy no han dado ningún fruto. El turismo de Castilla y León sufrió en 2011 un acusado retroceso, muy por encima del resto de España. Así, mientras en la autonomía cayeron las pernoctaciones el 8,22%, en el conjunto de España bajaron un 1,9% respecto a 2011. Todo ello a pesar de contar en 2012 con el efecto de la Exposición de las Edades del Hombre de Oña. En lo referente al turismo rural, la provincia de Burgos cuenta con casi 500 establecimientos, un 61% más que hace cinco años, muy por encima del crecimiento experimentado por los establecimientos en Castilla y León que oferta un 44% más de plazas que en 2007.
Para el PARTIDO CASTELLANO (PCAS), la internacionalización de la oferta turística de Burgos y de Castilla y León «sigue siendo una asignatura pendiente, que sólo es maquillada por el flujo de peregrinos en el Camino de Santiago». Las pernoctaciones de extranjeros aumentaron un 2,3% en el conjunto de España mientras caían un 6% en Castilla y León en 2012. La ausencia de una promoción adecuada se nota incluso en la instalación estrella de la Junta en Burgos, el Museo de la Evolución Humana, no consigue atraer visitantes: en 2012 vendió 15.028 entradas menos que en 2011.
Tampoco la promoción internacional que realiza el gobierno de España ayuda en nada a nuestra provincia, al estar centrada exclusivamente en el fomento del turismo de sol y playa. El PARTIDO CASTELLANO (PCAS) vuelve a reclamar la promoción conjunta de los Bienes Patrimonio de la Humanidad de Castilla y León, «que conviertan a nuestra comunidad autónoma en un referente en el turismo cultural a nivel mundial». Para los castellanistas estos pobres datos no justifican el coste de las diferentes campañas de promoción de la ciudad y provincia, que sólo consiguen eco a nivel local, «siendo totalmente desconocidas fuera de Burgos». El PARTIDO CASTELLANO (PCAS) exige a los agentes implicados (Grupos de Acción Local, Ayuntamientos, Diputación, Junta y empresa privada) la máxima coordinación en la concepción del turismo de interior, cultural y ambiental como uno de los ejes básicos de la recuperación económica y la creación de empleo en Burgos. «Para los responsables del sector en nuestra provincia parece sólo existir el título -previa compra- de Capital Gastronómica, sin desarrollar ninguna otra acción de peso a nivel provincial», declararon los castellanistas. Siguen sin comercializarse ningún tipo de paquete turístico a gran escala que incluya, viaje, alojamiento y manutención, a la provincia de Burgos.
Por otro lado, en Castilla y León los precios hoteleros bajaron un 4,8 por ciento en junio de 2013 respecto al mismo mes del año anterior, frente a un descenso del 0,1 por ciento para la media española. Así, el Índice de Precios Hoteleros (IPH) en Castilla y León se sitúa en un 85,8 mientras que en España este índice es del 93,3 por ciento.
Por su parte, la facturación media de los hoteles por cada habitación ocupada (ADR) en junio fue de 52 euros (69,2 euros en el resto del país), un 4,2 por ciento menos que en junio de 2012, frente a una subida del 1,4 en España.
Mientras tanto, el ingreso por habitación disponible (RevPAR), que está condicionado por la ocupación registrada en los establecimientos hoteleros, alcanzó los 18,4 euros en Castilla y León (43 en España) con una evolución interanual del -4,8 por ciento (3,6 por ciento a nivel nacional).
Para el PARTIDO CASTELLANO (PCAS), la internacionalización de la oferta turística de Burgos y de Castilla y León «sigue siendo una asignatura pendiente, que sólo es maquillada por el flujo de peregrinos en el Camino de Santiago».
Los castellanistas siguen reclamando paquetes conjuntos con provincias limítrofes y potenciar el Aeropuerto de Burgos para atraer turistas extranjeros, y fomentar las rutas temáticas, culturales, monumentales y medioambientales, impulsar la enseñanza del castellano a extranjeros, y desarrollar una política turística profesional, planificada y consensuada con los sectores afectados, superando el patético espontaneísmo de los responsables del PP en Burgos y en Castilla y León.
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