P – ¿Cómo y cuándo nace el Partido Castellano? ¿Qué buscaba representar?
R – El PCAS surge en al año 2008, como culminación a un proceso de refundación del castellanismo político, que se inicia en el VIII Congreso Nacional de TIERRA COMUNERA (TC) en 2007. Básicamente buscaba ampliar la base social del castellanismo, sumando más sensibilidades y más organizaciones. De este proceso surge el PARTIDO CASTELLANO (PCAS) heredero de TC, que lo que busca representar es a todas las sensibilidades castellanistas con interés en trabajar y defender a su tierra, desde dentro de la ciudadanía y sin someterse a intereses externos y haciendo de la ética y la honradez su principal seña de identidad.
P – En un panorama político como el actual, ¿cree que los nacionalismos son viables? Salen beneficiados con leyes electorales como la D’Hont para llegar a tener representación en el Parlamento.
R – Lo primero me gustaría remarcar que el PCAS se define como castellanista, y que integra en su seno a todas las corrientes castellanistas, tanto a los nacionalistas como a los regionalistas como a aquellos castellanos que no les gusta etiquetarse “con apellidos”, más allá del amor y el trabajo por su tierra. En cuanto a los nacionalismos, creo que es necesario que existan referentes políticos que trabajan pegados a la tierra, alejados de las decisiones que se toman en los grandes centros de poder, donde al final lo que prima es la búsqueda del ascenso por hacer méritos ante el jefe. Es un hecho que en los grandes partidos, cuando alguien quiere “promocionar”, busca un puesto en el Congreso y cuando a alguien hay que darle un premio, aunque sea de consolación, se le manda al Senado o a trabajar a la Calle Génova o a Ferraz. En los partidos que viven pegados a su tierra y a los problemas del día de los ciudadanos, los premios son seguir trabajando y representando a sus vecinos, no marcharse al Congreso o a las ejecutivas con sueldo. Aquí no existen las “patadas hacia arriba”.
P – ¿Qué diferencia al PCAS del resto de partidos nacionalistas?
R – Como ya he dicho, la principal diferencia es que el PCAS no es un partido que se defina como nacionalista. Por otro lado, somos el único partido político que defiende las ideas castellanistas a día de hoy, en unas comunidades en las que ni siquiera existe un regionalismo autonomista arraigado. Las CCAA castellanas no tienen sentido separadas en cinco trozos como se encuentran hoy en día, y en algunos casos es tan evidente como en los casos de las provincias en torno a Madrid, que tienen mucha más relación con esta que con el resto de provincias de su propia Comunidad. Toledo, Guadalajara, Cuenca, Segovia, Ávila e incluso Burgos viven más volcados en Madrid y comparten tantas relaciones económicas, sociales e incluso sanitarias y educativas que dejan en clara evidencia la división autonómica como un auténtico fracaso. Este hecho no ocurre en ninguna otra Comunidad Autónoma española. Nadie habría entendido que Barcelona fuera separada de Cataluña por su gran peso demográfico, y sin embargo en Castilla permitimos que eso ocurriera con Madrid, y todavía lo estamos pagando.
P – En las tres comunidades en las que actúan, están gobernadas por el partido popular, ¿qué opinión le merece la situación actual respecto a la que tenían antes de llegar el Partido Popular sus respectivos gobiernos?
R – Bueno, la verdad es que en el caso de Castilla y León y de Madrid habría que remontarse muchos años. En Castilla y León el PP gobierna desde 1987 y en la Comunidad de Madrid desde el año 1995, es evidente que no se puede analizar ahora lo que ocurrió antes de llegar el PP al gobierno, porque eso es una cuestión ya casi histórica.
En el caso de Castilla-La Mancha, donde el PSOE gobernó hasta el año 2011 y desde entonces gobierna el PP, la situación se puede considerar de auténtico austericidio. Recortes en sanidad (los mayores recortes sólo por detrás de Extremadura), en educación, en servicios sociales, en empleo, privatización salvaje de servicios de todo tipo, especialmente en los servicios sanitarios. Eliminación de órganos de control como el Defensor del Pueblo o la Sindicatura de Cuentas. O un pucherazo auténtico con la reducción a la mitad del número de diputados autonómicos, dejando para más de 2 millones de habitantes y más de 79.000 km² el mismo número que en la Comunidad de La Rioja, menos diputados que concejales tiene Valencia, por poner un ejemplo más claro. No digo con esto que el PSOE lo hiciera bien en los años que gobernó, al contrario, fueron los primeros en implantar modelos privados de gestión hospitalaria o en inventarse las Viviendas Púbicas de Iniciativa Privada (algo realmente extraño y que sólo buscaba mantener la burbuja del ladrillo con fondos públicos), llegando a crear una auténtica oligarquía política que, curiosamente, tenía muchos matrimonios “viviendo” del PSOE. O permitiendo cacicadas como las ocurridas en Caja Castilla-La Mancha, donde tanto PP como PSOE mantenían estructuras de control y de poder que, por supuesto, después de la quiebra no han querido que fueran investigadas.
P – Castilla La Mancha y Madrid han sido lugares donde la corrupción ha campado a sus anchas. ¿Opina que tiene solución o las instituciones están corruptas desde sus cimientos?
R – Nosotros defendemos que la unión de las CCAA Castellanas puede suponer un ahorro de más de 5.000 millones de euros, ganando a la vez en eficacia y en eficiencia, mejorando los servicios y aprovechando las sinergias de las distintas CCAA. Aquí tenemos el ejemplo de una Comunidad gobernada durante treinta años por el PSOE, que es CLM, y otra gobernada durante veinte por el PP, como es la C. de Madrid. Y tenemos dos de los casos más graves de corrupción y escándalo económico de España, Caja Madrid y CCM. Para nosotros está claro que PP y PSOE han hundido a estas comunidades y su economía, y la solución más drástica pero, a la vez, más eficaz es eliminarlas desde los cimientos y construirlas de nuevo, pero esta vez juntas en una única Comunidad Castellana, como debió ser desde el principio.
P – Con la reforma legal realizada en Castilla La Mancha, el número de diputados quedó reducido considerablemente, y eso para partidos como el suyo puede suponer quedarse sin representación. ¿Cree que la Sra. Cospedal lo hizo para evitar la intrusión en las instituciones de partidos minoritarios o tiene un motivo justificado?
R – Recientemente se ha conocido el fallo del Tribunal Constitucional que avala la reforma de la Sra. Cospedal, lo que hace que esta reforma sea legal, pero no que deje de ser un pucherazo o que pase a ser algo ético. Fuimos uno de los grupos que más ha peleado contra esta reforma, llevando nuestro rechazo a las Cortes de Castilla-La Mancha, al Congreso de los Diputados (a través de Joan Baldoví, Diputado de Compromís), al Senado (a través de Narvay Quintero, Senador de Coalición Canaria), a la Oficina del Defensor del Pueblo y al Parlamento Europeo, tanto a través de Jordi Sebastià, nuestro Eurodiputado de Primavera Europea, como directamente al Comité de Peticiones. La Sra. Cospedal pretende reducir el pluralismo en unas Cortes que prácticamente siempre han sido bipartidistas, y utiliza la excusa del ahorro en un Parlamento en el que los Diputados ya no tienen sueldo, pero donde los grupos parlamentarios o la subvención de las Cortes a la Radio Televisión Autonómica no se ha reducido ni un céntimo. Eso por no hablar de los altos cargos del Gobierno o de sus asesores, ninguno de los cuales ha sido elegido por los ciudadanos pero cuyo número no se reduce.
P – Formó junto a otros partidos como Compromís o Equo Primavera Europea, consiguiendo un eurodiputado. ¿Quedó satisfecho con el resultado o piensa que podrían haber aspirado a más?
R – Siempre se aspira a más de lo que uno consigue, por supuesto. Nuestra candidatura era posiblemente la más original y la más ética de las que se presentaron, también la más democrática, pero el tsunami Podemos laminó nuestras aspiraciones, que eran llegar al menos a los tres eurodiputados. No obstante, la enorme labor que Jordi Sebastià y todos los que trabajamos junto a él estamos desarrollando en Bruselas son una muestra de las ganas de cambiar las cosas que tenemos todos los que formamos Primavera Europea.
P – En Castilla La Mancha la sanidad ha sido constante noticia en los medios de comunicación por escándalos de la presidenta. ¿Qué tiene que decir al respecto?
R – La sanidad en Castilla-La Mancha es un absoluta despropósito que afecta, por desgracia, a la salud de las personas, y con eso no se puede juagar. Es indignante que el Gobierno de Cospedal haya centrado todos sus esfuerzos en materia sanitaria en privatizar servicios para que sean las grandes empresas del sector las que ganen dinero, sin importarle cerrar plantas hospitalarias, despedir personal, saturar las urgencias o tener durante tres años a los ciudadanos de Guadalajara y Toledo sin convenio sanitario con la Comunidad de Madrid, obligando a muchos enfermos a realizar traslados de hasta 500 km diarios. Eso por no hablar de los escándalos del Hospital de Toledo, con la obra paralizada durante tres años para después privatizar la mayor parte de los servicios de toda la provincia y asignar el proyecto a alguna de las empresas que ya trabajaban en la obra. Es todo demencial, es la búsqueda del beneficio de las grandes empresas por encima de los derechos de los ciudadanos. A Cospedal y al Consejero Echániz se les debería caer la cara de vergüenza cada vez que hablan de sanidad pública o de garantizar el acceso a la sanidad universal. Sólo les interesa la privatización de servicios, y eso redunda en una peor y más cara sanidad. Hay que decir que esto no es nuevo, el PSOE que ahora clama al cielo por estas situaciones ya comenzó un proceso de privatización de servicios sanitarios y de convenios con clínicas privadas que ha sido el germen de lo que ahora el PP, de manera más descarada y brutal, está llevando a cabo.
P – ¿Qué opina de la gran cantidad de nuevos partidos que están apareciendo en el panorama político?
R – No es un hecho nuevo, el Registro de Partidos Políticos tiene dados de alta 4.310. Sí es cierto que últimamente algunos partidos nuevos están alcanzando gran notoriedad, sobre todo porque se dedican a criticar, a censurar o a hacer discursos sin contenido, y al parecer eso le gusta más a los medios de comunicación que las propuestas o las ideas que transmitimos otros. Al final la cuestión es quién sale en la televisión y quien no, por decirlo de una manera resumida.
P – Mójese con un resultado para las próximas elecciones.
R – En las generales, el partido más votado será el PP, pero muy lejos de la mayoría absoluta. Podemos se desinflará en el momento en que tenga que concretar su programa, cosa que no ha hecho, y el PSOE aguantará a duras penas. IU está absolutamente roto y el resto de partidos crecerán, dando lugar a un Parlamento diverso y muy democrático. El PCAS despegará con fuerza y tendrá un diputado.
En cuanto a las autonómicas, en Castilla-La Mancha la situación es tan extraña y abierta, más después del pucherazo que ha urdido el PP dejando en sólo 33 el número de diputados autonómicos, que no me atrevo a hacer un pronóstico, aunque espero y deseo que el PP sufra un hundimiento absoluto, que el PSOE siga pagando su pésima gestión en sus gobiernos anteriores y que el PCAS entre en las Cortes autonómicas.
P – Si se viera en la situación de tener que pactar con alguno de estos partidos para presidir la comunidad, ¿pactaría antes con el PP, PSOE o Podemos? ¿Por qué?
R – No me gusta ni el PP ni el PSOE, de hecho hace años que veo muy pocas diferencias entre ellos, más allá de la literatura de sus programas, porque luego en el gobierno son demasiado similares.
De Podemos sólo puedo decir que no conozco su programa, ni sus ideas, ni sus objetivos. Después de llevar un año oyendo hablar a sus líderes sigo sin conocer nada concreto de su programa. Sólo sé que ahora se consideran transversales (qué curioso, lo mismo que dice Rosa Díez), pero que en el Parlamento Europeo, el único lugar donde tienen representación, siguen estando en el grupo de la Izquierda Unitaria Europea, junto a IU. Muy transversal no es este grupo….
En todo caso, los pactos postelectorales se hacen en base a un programa, no a las siglas con las que se pacta. Y ya digo que el programa de PP y de PSOE, por experiencia, no me gusta, y el de Podemos sigo sin conocerlo.
Le damos las gracias a Pedro Soriano ya que esta entrevista fue aceptada y respondida casi contrarreloj, y el líder del PCAS se mostró en todo momento muy accesible (algo de alabar en un político, no todos lo son).
Deseamos mucha suerte al PCAS para que en los comicios de mayo logre tener representación en las instituciones públicas y que en las elecciones generales consiga tener un diputado, su objetivo.
(Fuente: http://describiendoelfuturo.blogspot.com.es/2015/02/hoy-con-pedro-soriano.html).