Así, algunos nombres habituales en nuestra jerga histórica local, hunden sus raíces en el mundo nórdico, flamenco y alemán. Nombres sin los cuales Burgos no sería como hoy lo conocemos, tales como el escultor Gil de Siloe, el arquitecto Juan de Colonia o el impresor Fadrique de Basilea. Y entremezclados de realidad y leyenda afloran entre la neblina de nuestra historia la princesa Cristina de Noruega, que yace en Covarrubias después de una vida de tristeza en tierras de Castilla, o el príncipe Felipe “El Hermoso” que tras atormentar hasta la locura a su enamorada esposa Juana, falleció en Burgos tras jugar un partido de pelota en El Parral, tal y como cuentan hasta la saciedad nuestros mayores.
Incluso en una época tan poco favorable para encontrar trabajo en este rincón de la Castilla Vieja, cuando nuestros jóvenes huyen a miles a otros países europeos, hoy residen en nuestra provincia aproximadamente unas 200 personas procedentes de de Holanda, Bélgica, Suiza, Austria y, principalmente, Alemania.
La nómina de viajeros, nobles, eruditos y comerciantes centroeuropeos que recalaron en Burgos no solo sería extensísima, sino que daría para muchos volúmenes, ya fueran de novelas históricas o de sesudas enciclopedias. Pero no quiero dejar de citar a quienes representaron también el “lado oscuro” de Alemania a orillas del Arlanzón, como el Emperador Carlos V, perseverante perseguidor de Comuneros, Iluminados, Humanistas y libre pensadores, que a punto estuvo de acabar sus días en el Real Monasterio de Nuestra Señora de Fresdelval, cenobio regentado por los frailes jerónimos, de no ser por el frío invierno burgalés, que le desviaron a tierras más acogedoras, climáticamente hablando, como las del Monasterio de Yuste. Tampoco olvidan algunos de los ancianos que toman el sol en los bancos del Espolón, las arrogantes y altivas figuras de los pilotos alemanes de la Legión Cóndor, que durante el periodo en que la ciudad del Cid tuvo el triste privilegio de ser la “Capital de la Cruzada”, hicieron de Burgos base de operaciones para sus operaciones militares y bombardeos sobre el norte de Burgos, Cantabria y el País Vasco.
Juncker es un apellido de resonancias prusianas, que provoca en los oídos castellanos la misma dureza sonora que Merkel o Bismarck. Sin embargo, Jean-Claude Juncker es el recientemente nombrado presidente de la Comisión Europea; ha sido durante años presidente del diminuto Luxemburgo, donde su oscura gestión favoreciendo el papel como paraíso fiscal del Gran Ducado, ha ensombrecido su gestión y le perseguirá hasta el final de sus días.
Sin embargo, Jean-Claude Juncker, en su nueva etapa, ha prestado su apellido al conocido como “Plan Juncker”, una propuesta de inversiones gestado por la Comisión Europea, para canalizar un Fondo Europeo de Inversiones Estratégicas, que den la vuelta a ocho años de “austeridad” que lo único que han generado es pobreza, desigualdad, decrecimiento y miseria para millones de europeos, especialmente situados en países del sur como España, Gracia o Portugal. El “Plan Juncker” trata de movilizar en el periodo 2015-2017 una cifra de 315.000 millones de euros, que traducido a cifras asumibles a nuestro país, triplicaría los retornos anuales que recibió España en los mejores años de su ingreso en la Unión Europea.
Y Burgos no puede quedarse al margen de este proceso que se resolverá rápidamente, a pesar de la inoperancia y pasividad sobre esta cuestión del Ayuntamiento de Burgos, la Diputación o la Junta de Castilla y León. El Partido Castellano ha reclamado ya al Ministerio de Economía un total de 600 millones de euros para diversos proyectos en materia de infraestructuras, nuevas tecnologías, medio ambiente, energía y economía del conocimiento, a aplicar en la provincia de Burgos, con el objetivo de aprovechar al máximo el nuevo vehículo financiero de estímulo de la Comisión Europea y el Banco Europeo de Inversiones, conocido como “Plan Juncker” intentado que Burgos reciba al menos “la pedrea” de este poderoso instrumento financiero.
Los castellanistas consideran que la posición geoestratégica de Burgos, como nudo fundamental del Eje Atlántico (Francia-Portugal) y situada en las confluencias de los ejes norte-sur y este-oeste de la Península Ibérica, puede beneficiar de forma extraordinaria a Burgos, ya que la Comisión Europea prioriza los Proyectos de Transporte que favorecen las interconexiones entre grandes áreas europeas. En esta línea se encontrarían las Autovías Burgos-Logroño (eje del Camino de Santiago), A-11 (Corredor del Duero, desde Oporto a Zaragoza) y A-73 (Burgos-Aguilar de Campoo), tradicionalmente abandonadas por los Presupuestos Generales del Estado. Vías, para las que parece lógico proponer inversiones de 210 millones de euros para el trienio 2015-2017, superando la languidez con que los Gobiernos de Zapatero y Rajoy acometen su realización. También en el ámbito de las Infraestructuras, es imprescindible incluir partidas para la conexión del AVE desde Burgos hasta la Y griega Vasca por Miranda de Ebro, y la reapertura integral, para pasajeros y mercancías, del Tren Directo Madrid-Burgos por Aranda de Duero.
Otra de las reclamaciones urgentes para nuestro territorio es dotar de internet de alta velocidad a todas las localidades de la provincia de Burgos, un 40% de las cuales o no tiene conexión de internet o la tiene en condiciones extremadamente precarias. Esta es una de las prioridades europeas para garantizar la competitividad de la economía en áreas rurales afectadas por el envejecimiento y la despoblación. Para completar esta reivindicación, los castellanistas han pedido que se apliquen en territorio burgalés, el 8% de los 572 millones que el Gobierno de España ha pedido a Europa para este fin.
Además, desde el Partido Castellano se lamenta que el Gobierno de España haya olvidado en sus propuestas a la Comisión Europea Proyectos en el ámbito de las Nuevas Tecnologías, Economía del Conocimiento, Medio Ambiente y Energía. Así, los herederos de los Comuneros han reclamado 50 millones de euros para impulsar Proyectos Innovadores sobre Energías Renovables en la Comarca de Pinares (sobre Biomasa) y en Miranda de Ebro (sobre Energía Eólica y Energía Solar). También han incluido 90 millones de euros para Proyectos Industriales Tecnológicos a desarrollar en los Polígonos Industriales de Aranda de Duero, Burgos y Miranda de Ebro y 55 millones de euros asociados a proyectos de innovación en el sector agropecuario y vinícola.
Es manifiestamente criticable la pasividad del Ayuntamiento de Burgos, la Diputación Provincial y de la Junta de Castilla y León, en todo lo relacionado con la elección de los Proyectos que el Gobierno de España ha enviado y enviará próximamente a Bruselas dentro del “Plan Juncker”, ya que han mostrado una absoluta desgana para posicionar de forma favorable proyectos estratégicos para Burgos, que ante la incompetencia de las diferentes administraciones que gobierna el PP podría recibir fondos muy inferiores a los que objetivamente puede merecer. Los responsables del PP evidencian de nuevo una extraordinaria miopía al no percibir el enorme interés que tiene para Burgos el mayor proceso inversor en que se ha embarcado la Unión Europea a lo largo de su historia. Hay que recordar que España ha recibido, en los años más generosos, entre 6.000 y 10.000 millones de euros de la UE, mientras que según el Plan Juncker, recibiría en tres años cantidades superiores a los 51.000 millones de euros. El Gobierno del Estado solo había incluido entre sus propuestas territorializadas para el Plan Juncker en la provincia de Burgos 223 millones de euros para la línea de Alta Velocidad Valladolid-Venta de Baños-Burgos, los mismos que figuran en los Presupuestos Generales del Estado para 2015.
El “Plan Juncker” es clave para movilizar recursos públicos (16.000 millones de euros de los presupuestos europeos y 5.000 millones del Banco Europeo de Inversiones), más otros 60.000 millones de endeudamiento y otras cantidades de iniciativa privada, en la dinamización de la economía, la creación de empleo y la modernización de infraestructuras económicas, que totalizarán al menos 315.000 millones de euros en el trienio 2015-17. España ha presentado hasta la fecha 77 proyectos que totalizan una inversión de 51.000 millones de euros y está pendiente de elaborar otro buen número de ellos en próximas fechas.
(Fuente: http://burgosconecta.es/blogs/latenadadelcomun/2014/12/26/juncker-en-burgos/#more-144 )