Para los castellanistas, “esto significa una muy mala noticia, durante años nos vamos a arrepentir de este derribo”. La demolición del Yagüe, un edificio en perfectas condiciones estructurales, significa una importante cantidad económica, un alto coste medioambiental, y abre un importante interrogante sobre el futuro de la amplia parcela. Desde el PARTIDO CASTELLANO (PCAS) se asegura que, “en prácticamente una década no veremos ningún tipo de urbanización en ese inmenso solar”. Además, se vuelve a abrir la puerta, para especulación inmobiliaria, sobre terrenos públicos, como la que el Ministerio de Defensa ha realizado con sus terrenos en Burgos en varias ocasiones”.
De nuevo los gobernantes de Burgos han hecho oído sordos a los numerosos colectivos, partidos políticos, ciudadanos y miembros del tejido social de la ciudad, que se han manifestado públicamente contra la demolición del Hospital General Yagüe, reclamando nuevos usos para el edificio. Más de 3.000 firmas han sido recogidas, en un corto espacio de tiempo por un particular, contra el derribo de este edificio, y enviadas a la Tesorería de la Seguridad Social,
Los castellanistas burgaleses opinamos que el derribo es una alternativa cara e irracional. La ciudad seguirá demandando plazas de residencia públicas para mayores, vivienda para jóvenes, las administraciones seguirán pagano alquileres por los espacios que utilizan, y grandes superficies edificarán centros comerciales alejados del centro de la ciudad
La rehabilitación del edificio, según el PARTIDO CASTELLANO (PCAS-Burgos) era una opción racional desde el punto de vista económico (el acondicionamiento para usos terciarios y administrativos sería relativamente barata, costando un 20% del total de lo que supondría la demolición más las nuevas edificaciones), desde el punto de vista ambiental (no se generarían residuos y ni nuevas materias primas) y desde el punto de vista social (el edificio se pondría al servicio de la ciudadanía en un plazo inferior a un año).