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Castilla nos une

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Lacalle no contesta. (Febrero 2015).

Desde el Partido Castellano (PCAS) estamos acostumbrados a que nuestros frecuentes escritos dirigidos al alcalde de Burgos, reclamándole información o elevándole propuestas, queden sin respuesta. Y lo mismo ocurre con las preguntas que perseverantemente le planteamos en los Plenos Municipales.

 

 

Hoy quiero recordar dos de nuestras últimas iniciativas municipales, que también deben estar languideciendo en el polvoriento cajón de una de las mesas del despacho de Alcaldía. La primera hace referencia a la pulsión viajera del concejal Fernando Gómez; la segunda al afán recaudador de Salvador de Foronda, aunque sea a costa de imponer el pago retroactivo del IBI a las entidades sociales de la ciudad que ocupan en cesión algún local municipal.

 

El pasado enero, los castellanistas reclamamos al alcalde Javier Lacalle, una relación de los viajes efectuados, y de los costes imputados a las arcas municipales, por los desplazamientos efectuados por el concejal de Cultura, Fernando Gómez, desde su toma de posesión en Junio de 2011 hasta la actualidad. Este es uno de los ámbitos de mayor falta de transparencia y de absoluta opacidad de la gestión del PP en el Consistorio burgalés: todas las cuestiones relacionadas con los viajes y desplazamientos efectuados por los concejales del Equipo de Gobierno del PP.

 

Ya en marzo de 2013, reclamamos formalmente por escrito la creación de un “Registro de Viajes, Salidas y Desplazamientos” de los cargos públicos del Ayuntamiento de Burgos, ante la alarma social que generó el conocimiento de que algunos concejales, como Ibáñez, Braceras o Rebollo, utilizaban el coche oficial para desplazamientos ajenos al normal funcionamiento del Ayuntamiento, como el asistir a partidos de fútbol en otras ciudades españolas. Han pasado dos años y Lacalle ni ha respondido, ni ha realizado acción alguna para crear dicho registro.

 

Ahora, los castellanistas criticamos especialmente los viajes del concejal Fernando Gómez, cuyo coste para el Ayuntamiento, aunque desconocido, puede rondar los 60.000 euros a lo largo de toda la legislatura, fruto de un número de viajes y un gasto absolutamente desproporcionado para su labor. Además, el citado edil ha diseñado una política de “ocultamiento y camuflaje” del desmedido coste de sus viajes, imputando esas cantidades entre diferentes organismos municipales, como la Oficina de Congresos de Burgos, la Fundación Burgos 2016, la Fundación Burgos Proyecta, el Plan Estratégico de Burgos, el propio Ayuntamiento o el Instituto Municipal de Cultura y Turismo, disimulando así lo astronómico de esos gastos y lo innecesario de tantos desplazamientos.

 

Así mismo consideramos inaceptable la práctica habitual de numerosos ediles del equipo de gobierno del PP de cobrar sus desplazamientos como dietas, cuando muchos gastos son realizados por la institución receptora, o mediante facturas cuando los gastos superan los límites habilitados como dietas.

 

Especialmente escandaloso nos parece, además de caro e innecesario, el viaje de cuatro días realizado por el concejal Fernando Gómez y el gerente del Plan Estratégico, Mario San Juan, a Doha (Catar), para asistir a la 38ª Asamblea sobre Patrimonio de la UNESCO, para presentar la “Zona de Amortiguamiento” del Centro Histórico de Burgos, que finalmente fue presentada en dos minutos por la representante de ICOMOS. No podemos olvidar que el concejal Fernando Gómez cuenta con un salario bruto anual a cargo del Ayuntamiento de Burgos equivalente a unos 44.500 euros.

 

Cualquier institución mínimamente democrática y transparente, que se financia con el dinero público, debería contar con un Registro de Viajes, publicando periódicamente los desplazamientos previstos por los concejales, incluyendo el motivo del viaje, duración del mismo, medio de transporte utilizado, y coste para las arcas públicas de los mismos. En la coyuntura actual es imprescindible que todas las actuaciones de los cargos públicos cuenten con la máxima transparencia. Desgraciadamente, en la actualidad no se hace público ningún aspecto de estos viajes.

 

El otro aspecto que me gustaría resaltar desde las virtuales páginas de “La tenada del Común“ es el hecho de que el Ayuntamiento de Burgos esté girando en los últimos meses a las asociaciones culturales, deportivas, juveniles, sociales, peñas y entidades vecinales que ocupan locales municipales en la ciudad recibos para el cobro del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), por esos locales, abarcando el periodo 2010-2014.

 

Esta inédita medida en la historia municipal de la ciudad parece motivada por un afán desmedido de incrementar la recaudación por este tributo, y pone en riesgo la viabilidad de muchos de estos colectivos sociales, que, por causa de la crisis, han visto reducirse drásticamente sus ingresos, tanto procedentes de actividades propias como por cuotas de sus socios y por transferencias procedentes de subvenciones de las administraciones, obra social de cajas de ahorros y entidades privadas.

 

Pueden ser más de 200 entidades burgalesas las afectadas por este agresivo “catastrazo recaudatorio” impulsado por el concejal Salvador de Foronda siguiendo instrucciones del alcalde Javier Lacalle, que pretende la sorprendente medida de que el Ayuntamiento recaude el Impuesto de Bienes Inmuebles, de sus propios locales, cuando los cede a entidades de carácter social y cívico, totalmente carentes de ánimo de lucro. Algo especialmente aborrecible en el caso de entidades que dedican sus locales a la enseñanza artística, cultural, educativa, musical o deportiva, locales que según la propia Ley de Haciendas Locales estarían exentos de su pago.

 

Según las estimaciones realizadas por el Partido Castellano (PCAS), de seguir adelante la reaccionaria y antisocial actuación del Equipo de Gobierno del PP, el Ayuntamiento recaudaría entre 3 y 4 millones de euros de un conjunto de 200 entidades que se dedican precisamente a servir a los burgaleses.

 

Pero como cuando el PP de Burgos hace algo mal, decide hacerlo a conciencia, esta medida se está aplicando de manera totalmente arbitraria y oscurantista. Así, hay entidades que han presentado recursos, que sin haber sido atendidos, han conseguido la paralización del procedimiento; otros colectivos han pagado dañando severamente su situación financiera, incluso mediante la petición de préstamos a sus socios o a entidades bancarias. En algunos casos se han girado recibos desmedidos en sus cantidades, al ocupar las asociaciones locales que formaban parte de otros mayores, sin segregar en el Registro de la Propiedad, siendo obligados a pagar la totalidad de los mismos.

 

Hay entidades privilegiadas que han sido eximidas de esta tributación excepcional, especialmente las vinculadas a actividades de la Iglesia Católica. De los casi 4 millones de euros que pretende saquear el equipo de Foronda y Lacalle, hay recibos que llegan a los 30.000 euros, muchos de ellos, de peñas y colectivos de folklore, que se mueven en cantidades de aproximadamente 4.000 euros. Y para los locales más pequeños suponen cerca de los 2.000 euros.

 

Me parece que es de justicia la paralización inmediata de este clandestino “catastrazo recaudatorio” sobre los más débiles y activos de la sociedad burgalesa, la devolución de las cantidades cobradas y la normalización de las cesiones de locales municipales al tejido asociativo burgalés, que en muchos casos se ha realizado sin ningún tipo de contrato o convenio escrito.

 

Así los castellanistas pensamos que lo más sensato sería el establecimiento de convenios de cesión de los locales municipales entre el Consistorio y las entidades cívicas, que establezcan el periodo de cesión, la relación de las actividades a realizar, los compromisos de mantenimiento de las instalaciones, la exención del IBI y las posibles contrapartidas a realizar por ambas partes.

 

Además, sería razonable que, para futuras cesiones, se realice la elaboración de concursos públicos para la utilización de nuevos locales por las asociaciones burgalesas, de acuerdo con criterios objetivos y transparentes, algo de lo que huye siempre el Equipo de Gobierno del Partido Popular en el Ayuntamiento de Burgos.

 

Y Lacalle sigue sin contestar…

 

(Fuente: Artículo de opinión de LuisMarcos. http://burgosconecta.es/blogs/latenadadelcomun/2015/02/12/lacalle-no-contesta/)

 

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