90 puestos de trabajo menos son los que, según el partido castellanista podrían crearse anualmente en Miranda de Ebro (Burgos) si el País Vasco no tuviera «este blindaje». Ayer se cumplieron 27 años desde la entrada en vigor del estatuto de Castilla y León y fue esa circunstancia la que quisieron aprovechar desde el PCAL (Partido de Castilla y León) para denunciar el que, a su juicio, es un agravio comparativo con el País Vasco. «El blindaje económico recientemente firmado lo que hace es perpetuar privilegios y discriminar a las comunidades limítrofes»; así lo expresó Luis Marcos, secretario general de la formación.
Fue él quien puso además sobre la mesa los datos que «demuestran» que ciudades como Miranda, «sufren más que nadie una sangría económica». Según las cifras barajadas y extraídas de estudios realizados en colaboración con profesores de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Burgos.
Las estimaciones apuntan que en estos últimos treinta años, de media, la existencia del concierto vasco «ha supuesto una pérdida de unos 120 millones de euros anuales, de los que, alrededor de 35 dejan de invertirse en Miranda; ese es el dinero que pierde y que se invierte, fundamentalmente en Álava».
Para el máximo responsable del partido regionalista, esta situación deriva en una «sangría económica» en una zona que, insiste, tiene un extraordinario potencial económico y geográfico, pero que «no puede aprovechar por esa situación discriminatoria».
Para el PCAL, la situación es todavía más criticable en este momento dada la situación de crisis económica. Entiende Marcos que la firma del concierto vasco ahondará más en la desaparición del tejido industrial en Miranda y la comarca.
El desempleo sigue incrementándose y el partido castellano insiste en que la situación se podría revertir, o al menos paliar, si no existiera el concierto vasco porque también desde esta formación política han estimado la repercusión del concierto en términos de empleo. «La inversión que no llega equivale, según los cálculos que hemos realizado, a una media de 90 puestos de trabajo menos que se crean cada año en Miranda».
Luis Marcos también atribuyó al concierto, «una losa para las ciudades y comarcas limítrofes», las diferencias de crecimiento económico entre las provincias de Álava y Burgos, que según sus datos se ha incrementado por 13 y 9 respectivamente entre los años 1965 y 2006 «y no porque los empresarios alaveses sean más hábiles, sino porque tienen ventajas que no hay para los burgaleses o mirandeses».
Así las cosas, fue Pablo Sevilla calificó de «indignante y bochornoso» el voto de los socialistas de Castilla y León en la Cámara Alta, a favor «de este blindaje que perjudica a nuestra comunidad».
Aprovechando su presencia en Miranda, Luis Marcos volvió a recordar que su formación aboga por la liberalización de la AP-1 y que el partido «formará parte de todas las plataformas que se movilicen para conseguir que la autopista quede liberada»; además, pidió mejoras en la carretera N-1.
(Fuente: El Correo)
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