Profundizando, de los casi 400 millones consignados para la provincia burgalesa, más de la mitad, 210, se destinan al AVE en su tramo Valladolid-Burgos, sin contabilizar un euro para la continuidad de la línea hasta Miranda de Ebro, convirtiendo a Burgos ciudad en final de trayecto y retrasando por lustros el enlace con la Y vasca. Para el ferrocarril convencional apenas hay partidas, condenando de nuevo al tren directo Madrid-Burgos por Aranda al ostracismo.
Otra importante partida se destina en la capital a los depósitos de Cortes y la depuradora, obras cuyo retraso han estado al borde de colapsar el ciclo del agua en Burgos, y que debieran llevar años ejecutadas.
En el capítulo de carreteras a los castellanistas les produce bochorno, que para la A-12 sólo se licite el tramo Burgos-Ibeas, cuando en la Rioja las obras llevan finalizadas meses en unos tramos y años en otros. “Este tímido impulso es una tomadura de pelo por parte de Fomento a los burgaleses”. Además se tiene la desfachatez de contabilizar para esta actuación 73,6 millones, que nunca se gastarán en 2015, la obra será adjudicada bajo el denominado método alemán, consistente en adjudicar la obra, ejecutarla y pagarla, el Estado, al finalizar la misma. Parecido adjetivo merece para el PARTIDO CASTELLANO (PCAS) los 5 millones destinados a la N-1, “que no van a conseguir paliar en casi nada la problemática de la unión de Burgos con Miranda por carretera”. También llama la atención, por lo cicatero, los 8 millones destinados a la A-11, otra de las obras que se eterniza en el tiempo, “si cada kilómetro de autovía cuesta aproximadamente un millón de euros, vemos para lo que va a servir esta cantidad…”, manifestaron los castellanistas.
Capítulo especial merece la central nuclear de Santa María de Garoña que sigue sin contar con un plan alternativo a su inactividad. Sin embargo existe una partida de 2,8 millones para el Sistema de Almacenamiento de Garoña, “algo que no entendemos, la central está en manos privadas, que no reparten sus beneficios, sin embargo el estado invierte en su instalación, algo que resulta incomprensible para los castellanistas”.
Desde el PARTIDO CASTELLANO (PCAS) denuncian grandes ausencias en los presupuestos para 2015. Ni se menciona el Aeropuerto de Villafría, que sigue, desde su inauguración, con una torre de control provisional y una pista claramente insuficiente, como en reiteradas ocasiones denunció el Alcalde Lacalle. La A-73 Burgos-Aguilar, tampoco cuenta con dotación significativa. Las políticas de apoyo al medio rural, actuaciones sociales y de empleo no parecen prioritarias, tampoco el necesario cambio de sistema productivo que nos saque de la crisis, que para el PCAS, “pasa por las energías alternativas, el reciclado y los nuevos yacimiento de empleo”.
Por último los castellanistas reconocen, que si realmente se gastase en Burgos, todo lo presupuestado para 2015 sería una grata noticia, pero eso nunca ha ocurrido en la historia reciente, “los presupuestos se convierten, año tras año, en burda propaganda partidista”.