El PARTIDO DE CASTILLA Y LEÓN (PCAL-Burgos), ante la próxima legislatura municipal, propone una profunda reorganización de la estructura administrativa del consistorio burgalés, apostando por la austeridad del gasto público con una drástica reducción del número de concejalías, por la eficiencia administrativa, simplificando y mejorando la estructura de competencias de cada concejalía, y apostando por la activación económica de la ciudad y la transparencia y la participación ciudadana como señas de identidad más nítidas para el futuro ayuntamiento de Burgos tras los comicios de Mayo de 2011
Para los castellanistas burgaleses, el Ayuntamiento de Burgos, en palabras de su candidato a la alcaldía Domingo Hernández, debe «apostar por la valentía y audacia en tiempos de crisis, para diseñar un nuevo organigrama municipal que recorte drásticamente el gasto corriente municipal, que sea intensamente austero en las actuaciones prescindibles, y que centre sus prioridades en la inversión productiva, que ayude a la ciudad a dinamizar su tejido económico y a la creación de empleo en los sectores con más futuro de desarrollo».
Así, los castellanistas del PCAL-Burgos consideran que la política de gastos municipales debe dar un giro drástico en la trayectoria habitual que ha caracterizado la gestión de Aparicio, apostando por reducir de forma significativa los gastos superfluos, corrientes y las subvenciones, y convirtiendo la inversión productiva y eficaz en la creación de empleo a largo plazo, en su prioridad absoluta.
Desde el PARTIDO DE CASTILLA Y LEÓN (PCAL-Burgos) se considera que la estructura administrativa actual del Ayuntamiento de Burgos es un auténtico caos, coexistiendo en el organigrama múltiples órganos, en algunos casos manifiestamente contradictorios. Así, el equipo del PP en el consistorio burgalés mantiene hasta 19 organismos diferenciados (5 Comisiones Informativas, una Junta, una Comisión Especial, 3 Consorcios, 4 Servicios Municipalizados, un Patronato Municipal, 2 Gerencias, un Instituto Municipal y una Sociedad Municipal), cada uno de ellos con un estatus jurídico diferente, y con una agrupación de competencias en cada concejalía claramente arbitraria, que no responde a la racionalidad administrativa ni al mejor servicio a la ciudadanía, sino a colmar las ambiciones de poder del concejal o concejala de turno, así por ejemplo se desgaja «Educación» de Cultura, para que lo gestione el Concejal de Deportes o se separa Comercio de Promoción Económica.
Los castellanistas burgaleses proponen una reorganización radical del organigrama municipal creando solo 6 concejalías o grandes áreas municipales, todas con la misma forma administrativa y que se estructurarían mediante secciones, consiguiéndose una mayor racionalidad funcional, menor coste de funcionamiento, más eficiencia en la gestión y reducir la necesidad de personal, consiguiéndose una notable simplificación del esquema funcional del consistorio burgalés:
Promoción Económica y Empleo.
• Comercio.
• Turismo.
• Proyectos Estratégicos.
• Captación de Inversiones.
• Promoción de Empleo.
Medio Ambiente.
• Abastecimiento, distribución y depuración de aguas.
• Parques, jardines y zonas verdes.
• Gestión de residuos y Limpieza Viaria.
• Agenda 21 Local y Educación Ambiental.
• Desarrollo Sostenible.
• Autobuses Urbanos.
• Movilidad Urbana.
Cultura y Deportes
• Cultura.
• Educación.
• Festejos.
• Instalaciones Deportivas.
• Archivo Municipal.
• Bibliotecas Municipales.
• Publicaciones Municipales.
• Gestión Centros Cívicos.
Derechos Humanos
• Fomento de la participación Ciudadana.
• Consejos Sectoriales Consultivos.
• Consejos de Barrio.
• Mujer.
• Juventud.
• Mayores.
• Infancia.
• Acción Social.
• Cooperación al Desarrollo.
• Protocolo.
• Inserción Social.
• Salud y Consumo.
• Reducción de barreras a los discapacitados.
Urbanismo, Infraestructuras Urbanas y Servicios.
• Planeamiento Urbanístico.
• Vivienda.
• Mantenimiento Urbano.
• Infraestructuras Urbanas.
• Servicios y licencias.
• Alumbrado público y Eficiencia energética municipal.
Hacienda, Personal, Seguridad Ciudadana.
• Hacienda Local.
• Nuevas Tecnologías.
• Régimen Interior y Personal.
• Policía Local.
• Bomberos.
• Protección Civil.
Los castellanistas burgaleses apuesta claramente por la austeridad y el ahorro municipal y estiman que esta reorganización municipal ahorraría al Ayuntamiento de Burgos del orden de 5 millones de euros anuales. A esta cifra habría que añadir una política de mayor austeridad en el capítulo de personal, para lo cual el PCAL-Burgos establecería la congelación de la plantilla municipal, la amortización de plazas vacantes y no cubiertas que no sean estrictamente imprescindibles y la eliminación de las partidas destinadas a personal de confianza, asesores, puestos de libre designación (solo esta partida supone cerca de 2 millones de euros), así como una reducción del 25% en los emolumentos percibidos por los 27 concejales y los representantes políticos en los diferentes órganos municipales. Los castellanistas burgaleses dentro de su apuesta por la austeridad procederían también a reducir los capítulos 2 y 4, de gastos corrientes y subvenciones, en un 22% respecto a los importes del presupuesto de 2010, dejándolos en 80 millones de euros frente a los 102,5 de 2010. Es por tanto en el gasto corriente y las subvenciones donde los castellanistas burgaleses consideran que es más urgente aplicar las políticas de austeridad en el gasto municipal. Para ello, los castellanistas reclaman un drástico programa de recorte que elimine de forma absoluta todos los gastos prescindibles, costes de protocolo, publicidad, representación y se programe un severo recorte del gasto de funcionamiento de los servicios, e implante un programa de análisis y reducción del gasto en cada una de las secciones municipales. PCAL-Burgos considera que en momentos de crisis tan intensa como la actual, permitir que siga creciendo el gasto corriente a costa de aumentar el déficit y la deuda municipal, es un ejercicio de irresponsabilidad manifiesta, y es el momento adecuado para redefinir las prioridades municipales, reduciendo todo lo que no sea imprescindible como servicio público a la ciudadanía. Todas estas cifras equivalen a un ahorro presupuestario cercano a los 35 millones de euros anuales.
Por otro lado, los castellanistas burgaleses introducirían las siguientes novedades en la gestión administrativa municipal del Ayuntamiento de Burgos, tendentes a una mayor eficiencia municipal:
– Favorecer la Participación Ciudadana y la Transparencia Municipal con la creación de Consejos Sectoriales en todas las Áreas Municipales, que se reunirían preceptivamente dos veces al año e informarían acerca de las políticas municipales, así como la realización de Consultas directas a la ciudadanía ante los grandes proyectos y decisiones municipales..
– Cogestión de instalaciones deportivas, sociales y culturales con colectivos y asociaciones cívicas y entidades sociales.
– Elaboración de Presupuestos Participativos, de tal forma que los representantes del tejido asociativo de cada barrio pueda priorizar las inversiones a ejecutar en cada área de la ciudad, según las disponibilidades presupuestarias.
– Creación de Distritos Municipales, para adaptar el Ayuntamiento de Burgos a la Ley de Grandes Ciudades, donde se establecerían oficinas municipales donde los vecinos podrían tramitar todos sus expedientes municipales
por el procedimiento de Ventanilla Única.
http://