La sangría poblacional que sufre Burgos se agudiza, según el informe «Estimaciones de la Población Actual» hecho público ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que analiza la evolución demográfica en los nueve meses comprendidos entre enero y octubre de 2012. La provincia de Burgos, con una pérdida de población de 3.464 habitantes, es la que mayor número de habitantes pierde de Castilla y León, comunidad autónoma que en total pierde a casi 20.000 habitantes, destacando especialmente el intenso éxodo juvenil.
El PARTIDO CASTELLANO (PCAS) reclama medidas específicas, haciendo hincapié en la vertebración del territorio, «para afrontar la desertización demográfica» que supone la despoblación para la provincia. Desde la formación castellanista se critica al PP y al PSOE por querer periódicamente «hacerse una foto» con el tema de la despoblación, acordando planes, proyectos, agendas y programas, durante los últimos veinte años, mientras se muestran incapaces de adoptar políticas adecuadas contra esta lacra que afecta tanto al medio rural como al urbano de nuestra provincia.
El PCAS solicita medidas inmediatas de creación de empleo, de dinamización de la economía, de identificación de aquellos sectores económicos con mayor crecimiento potencial, de ayuda a la natalidad, medidas de conciliación, de apoyo a la tercera edad y a la dependencia, etc.
En nada ayuda el abrupto recorte de servicios que está sufriendo al mundo rural: supresión de líneas de transporte público, y reducción de sus frecuencias; reducción de servicios sanitarios básicos; recortes en dotaciones de profesores y maestros en los núcleos escolares rurales; encarecimiento de los servicios de las Residencias Públicas de la Tercera Edad y recortes drásticos en las Ayudas a la Dependencia.
Los castellanistas, hacen especial referencia a las «desoladoras» cifras de emigración juvenil, en lo que va de año unas 4.000 personas de entre 18 y 34 años, ha abandonado nuestra provincia, siendo el colectivo más castigado, que se ve obligado a abandonar su tierra por la falta absoluta de oportunidades y futuro que se les ofrece en su tierra. Con estas cifras, lamentables, es imposible salir del vagón de cola de las provincias más envejecidas, y con peores tasas de natalidad.
Ni siquiera los inmigrantes consiguen frenar la sangría, en Burgos se contabilizaron 3.162 emigrantes y 1.275 inmigrantes, con un saldo negativo de 1.887.
Lo recortes que imponen los gobiernos del PP, son crueles y graves porque afectan a un territorio especialmente indefenso y vulnerable como es el de Burgos, pero además desde el PCAS se estima que son unos recortes inútiles e ineficaces que no servirán ni para recortar el déficit público ni para favorecer el crecimiento económico, la actividad empresarial o la creación de empleo. Estos recortes agudizarán las tendencias existentes que favorecen la despoblación de provincias como la burgalesa y el envejecimiento de su población.
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