El PARTIDO CASTELLANO (PCAS), a través de su Secretario General y portavoz en Castilla-La Mancha, Pedro Manuel Soriano, ha pedido una bajada en los sueldos de los altos cargos de Castilla-La Mancha, empezando por el de su Presidenta Mª Dolores de Cospedal, una de las presidentas autonómicas mejor pagadas de España tras la enorme subida de sueldo aplicada por el anterior Presidente Barreda el año 2008 y denunciada públicamente por este partido castellanista en noviembre de 2007, ante el silencio del PP, entonces en la oposición.
Cuando a todos los ciudadanos se nos recortan nuestros derechos en sanidad y educación, se nos impone el «repago» farmacéutico, se nos sube el IVA a los niveles más altos de la UE, se nos recortan prestaciones, salarios, pagas extras a funcionarios, se nos obliga a avalar las deudas de los bancos, etc., lo mínimo que deberían hacer los altos cargos políticos es predicar con el ejemplo, y no sólo reducirse sus salarios en la misma proporción que el resto de funcionarios.
Simplemente con que los altos cargos de Castilla-La Mancha volvieran a los sueldos que tenían el año 2007 (esto es, que la Presidenta de la Junta cobrara lo mismo que un Ministro, tampoco estamos pidiendo nada descabellado ni que afecte «a la dignidad de su cargo»), el ahorro para las arcas públicas y el ejemplo que darían a la ciudadanía sería notorio y destacable. Pero como, al parecer, ellos no tienen la más mínima intención de hacerlo (de hecho se ha incrementado la partida de gasto de altos cargos en los presupuestos autonómicos recién aprobados, y que ya se han convertido en papel mojado, hasta llegar a los 68 millones de euros y pese a que el salario se supone que se redujo un 3% a principio de año, como el resto de funcionarios), desde el PARTIDO CASTELLANO (PCAS) no podemos menos que exigirles que «prediquen con el ejemplo», que se bajen de los coches oficiales, reduzcan sus salarios, renuncien a las compensaciones que reciben de las Cortes de CLM -aquellos que son Diputados-, reduzcan los gastos de dietas y desplazamientos, etc.
Si de verdad quieren que nos creamos que ellos son nuestros representantes y no una «casta privilegiada», deben empezar a dar señales claras de ello, no sólo hacer declaraciones grandilocuentes que olvidan cuando montan en su flamante coche oficial (aunque ahora sea de leasing en vez de propiedad de la Junta).
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