En primer lugar los castellanistas son muy críticos con el escaso compromiso que las 4 formaciones implicadas están teniendo con la asunción de proyectos para Burgos más allá de las fronteras del municipio, por ello desde el PARTIDO CASTELLANO (PCAS) se exige que el acuerdo o acuerdos tengan una visión más amplia, e impliquen en los proyectos fundamentales para Burgos, tanto a sus cargos electos en las Cortes de Castilla y León, como en las Cortes Generales. Cuestiones como el Parque Tecnológico, la reapertura del tren directo Burgos-Madrid por Aranda de Duero, la liberalización de la AP-1, la construcción de la A-12 (Burgos-Logroño), el desarrollo del nodo logístico de Villafría, el rescate del Hospital Universitario de Burgos, etc., son actuaciones de gran importancia para Burgos que requieren de acuerdos supramunicipales para que salgan adelante.
El papel de Javier Lacalle es patético, ofreciendo un paupérrimo documento a su “pareja de baile” Ciudadanos, basado en generalidades que cualquier formación podría respaldar – gestión y recuperación económica, servicios públicos municipales de calidad, dinamización económica para la industria y el empleo, avance y desarrollo de ciudad y más transparencia y participación- sin aterrizar en actuaciones concretas.
Capítulo especial merece la actuación del partido de origen catalán, Ciudadanos, que a las negociaciones acuden con su documento base de acuerdos nacional y el catálogo de condiciones municipales, que lo mismo sirve para Cuenca, que para Melilla o Burgos. “El desconocimiento de la realidad de nuestra ciudad es evidente, la formación de Albert Rivera muestra una alarmante bisoñez que no va a ayudar en nada a las gentes de Burgos”, manifestó Domingo Hernández Araico.
El apoyo, por acción o por omisión, de Ciudadanos a Javier Lacalle, significaría un fracaso para la ciudad, que dejó muy claro en las elecciones del 24 de mayo, la amortización de Javier Lacalle como Alcalde de Burgos, al conseguir sólo 10 de los 27 Concejales del Consistorio. “es una lástima que Ciudadanos no haya entendido lo que la ciudadanía ha expresado con su voto, y estén más pendientes de recibir instrucciones desde Barcelona que en escuchar a los burgaleses, apoyar a un cadáver político como Lacalle, en opinión del PARTIDO CASTELLANO (PCAS) no es una buena alternativa”.
Las discusiones, entre partidos de los últimos días, parecen centrarse en asuntos, importantes, pero no vitales, como la designación de concejales liberados, y vaguedades sobre empleo, regeneración democrática, IBI, etc…. Sin embargo a juicio de la formación castellanista, además de las infraestructuras, vitales para el desarrollo de Burgos, temas como la pérdida de población, medidas concretas para la creación de empleo, el futuro de los consorcios, refinanciación de la deuda municipal,… no parecen importar o lo hace marginalmente, a los que se disputan el gobierno municipal.