Logo Partido Castellano - Tierra Comunera

Castilla nos une

Castilla nos une

‘POR UN NUEVO ESTATUTO QUE DÉ ESPERANZA A CASTILLA Y LEÓN’. (Abril’2006). Luis Marcos. Secretario General de TC. (20/04/2006)

Recientemente celebrábamos el 23 aniversario del Estatuto de Autonomía de Castilla y León. en un momento clave en que, la práctica totalidad de comunidades del Estado se están posicionando para obtener una posición más favorable ante la reforma del “Estado de las Autonomías”. Desde TIERRA COMUNERA (TC) recordamos que fue Castilla y León, en 1983, el último territorio que se dotó de Estatuto de Autonomía, con un autogobierno recortado, carente de las competencias básicas que reclamaban sus ciudadanos para mejorar su calidad de vida, que no reconocía su carácter de Nacionalidad Histórica, que renunciaba a la existencia de un marco de cooperación con las demás comunidades autónomas castellanas, y que la situaba en condiciones de inferioridad respecto a las comunidades que accedieron a la autonomía a través del artículo 151 de la Constitución.

Hemos perdido casi 25 años, tiempo en el que otros han avanzado mucho. Sin embargo parece que nuestra clase política actual, monopolizada casi en exclusiva por el PP y el PSOE están más atentos en esta tierra, a la política estatal que a las verdaderas necesidades de sus ciudadanos. Herrera y Villalba prefieren seguir fielmente, como meros peones, las estrategias de enfrentamiento de Rajoy y Zapatero que defender los intereses de esta tierra castellana. Desgraciadamente PP y PSOE conciben el territorio de Castilla y León como un mero escenario más de su gran batalla por el control del Gobierno Central. Mientras, vascos, catalanes, andaluces, valencianos, gallegos y demás pueblos del Estado están diseñando nuevos textos estatutarios, repletos de privilegios y de prebendas, que al final acabaremos pagando quienes no sepan situarse apropiadamente en el nuevo escenario autonómico.

Desde TIERRA COMUNERA (TC) sentimos que el nuevo Estatuto no debe ser un documento legal más, sino que tiene que convertirse en un elemento clave para superar las numerosas amenazas que padece esta tierra como la despoblación, el envejecimiento, la ausencia de empleos cualificados para la juventud, la crisis del medio rural, el freno a la implantación de una industria de transformación propia o la incapacidad de desarrollar alternativas endógenas de puesta en valor de nuestro patrimonio natural, cultural, histórico y artístico.

A juicio de los castellanistas las claves del nuevo Estatuto de Autonomía de Castilla y León, pasan por el reconocimiento de las singularidades específicas de esta Comunidad, por la asunción de un nuevo marco competencial, por negociar unos criterios de financiación que garanticen la calidad en la prestación de los servicios a los ciudadanos, por vertebrar de manera definitiva el territorio y las gentes de Castilla y León, así como por superar el déficit democrático que está en el origen de esta Comunidad.

El nuevo texto estatutario debe reconocernos, aunque sea con 25 años respecto a los demás, como lo que somos: nacionalidad histórica, para no perder nuevamente el tren autonómico. Castilla y León esta vez tiene que estar entre las comunidades de primera fila, sin aceptar un estatuto de segunda, que permita resolver los problemas específicos de esta tierra.

Así mismo, esta Comunidad debe ir al máximo autogobierno; no podemos tener menos competencias que ninguna otra comunidad autónoma, destacando especialmente la gestión del agua, lo que permitirá definir una política ambiental, agrícola y de espacios naturales propia. Asimismo, consideramos que en el tema competencial el Estatuto debe dejar clara la necesidad de medios de comunicación de titularidad pública.

Uno de los aspectos más importantes para TIERRA COMUNERA (TC) es que el nuevo Estatuto garantice un modelo de financiación que sea justo con Castilla y León, permitiendo que los ciudadanos de la comunidad tengan la misma calidad en la prestación de los servicios que cualquier otra autonomía, lo cual implica fondos suficientes para garantizar esa igualdad en la calidad de prestación de servicios teniendo en cuanta la dispersión de la población -variable territorial-, el envejecimiento de la misma -porque encarece la prestación de servicios- y la despoblación.

La reforma del Estatuto de Autonomía de Castilla y León debe reconocer que esta comunidad es parte de un ente más amplio, Castilla, por lo que en las distintas comunidades de tronco castellano debe existir un ámbito de cooperación que podría vehiculares a través del Consejo de las Comunidades Castellanas.

En nuestra propuesta de Estatuto, los comuneros apostamos fuerte por la vertebración de la Comunidad, a través de la comarcalización como solución a la crisis del mundo rural, planteando la descentralización del aparato administrativo de la Junta de Castilla y León en las diferentes provincias, y superando el déficit democrático de legitimidad que padece Castilla y León desde su constitución, reclamando que el futuro Estatuto sea sometido a referéndum entre todos los ciudadanos, tras su aprobación por las Cortes Regionales y por el Parlamento del Estado.

Luis Marcos,
Secretario General de TIERRA COMUNERA (TC).

Compartir publicación