Impresiona, a quienes tenemos raíces en pequeñas comunidades rurales, participar durante dos días en la sede bruselense del Parlamento Europeo, con su vorágine de personas, sus enormes instalaciones y su complejo sistema de traducción simultánea, para tratar de llevar ante las instituciones comunitarias los problemas de, para ellos, lejanas e ignotas comarcas castellanas y aragonesas, vaciadas de sus pobladores, donde solo unos pocos mayores contemplan el inexorable paso del tiempo.
Estas jornadas, impulsadas por el Partido Castellano (PCAS) y por Chunta Aragonesista (CHA), a través de la cooperativa política Primavera Europea, que comparten en el Parlamento Europeo junto a Compromis, EQUO y PUM+J, han reunido a expertos en medio rural, técnicos de la Comisión Europea, asesores de los Grupos del Europarlamento, eurodiputados, representantes políticos, agentes sociales y representantes institucionales de los territorios afectados. Su objetivo era sensibilizar a instituciones europeas como la Comisión Europea y el Parlamento Europeo, en la intensidad y gravedad del problema de la Despoblación en Castilla y Aragón, colocar esta problemática en el listado de prioridades de Desarrollo Local y Regional de la Unión Europea, analizar experiencias exitosas de desarrollo local en territorios poco poblados y habilitar medidas que pongan en vigor disposiciones del Tratado de la Unión Europea que implanten acciones económicas para frenar la pérdida de habitantes en estas zonas. Y además de llevar al corazón de Europa la voz de los pequeños y olvidados pueblos castellanos y aragoneses, hemos conseguido el compromiso de la Comisión Europea de revisar sus políticas de Desarrollado Regional en zonas de escasa población o en proceso de despoblación, así como incluir la despoblación entre los criterios objetivos para que determinadas comarcas y regiones europeas sean beneficiarias de programas específicos de desarrollo por parte de la Unión Europea.
Además, durante todo este tiempo hemos podido compartir, las delegaciones procedentes de España, con los participantes presentes en Bruselas, tiempo para conocer otras realidades, y también la determinación de los convocantes y los asistentes de impulsar una Iniciativa Europea y Social contra la Despoblación, que movilicen al tejido social rural en la lucha contra la despoblación.
Profesores universitarios, junto a alcaldes y concejales de diminutas localidades, técnicos de grupos de Acción Local y dinamizadores sociales y económicos del tejido social rural, antropólogos y economistas, directores generales y activistas ecologistas… una pléyade de románticos y voluntaristas, de luchadores y resistentes, que acunados bajo las canciones de Labordeta y de Nuevo Mester siguen añorando una tierra donde ponga libertad.
Quiero destacar aquí, las intervenciones del Dr. Ignacio Ruiz Guerra, profesor de la Universidad Complutense de Madrid, experto en dinámicas poblacionales en el Medio Rural, que analizó el fenómeno de la despoblación en Castilla y explicitó las condiciones necesarias para su reversión, así como la del Dr. Luis Antonio Sáiz, presidente del Centro de Investigación en Despoblación y Desarrollo Rural de la Universidad de Zaragoza sobre “Las zonas despobladas: un reto para la Unión Europea” que reclamó un cambio del modelo económico y social en el medio rural. La responsable de la Oficina en Bruselas de la Euroregión del Norte de Suecia, Zofia Tucinska, expuso el tema “The Northern Sparsely Populated Areas experience”, sobre experiencias exitosas de desarrollo en el norte de Escandinavia. Así mismo, Lewis Dijkstra, Deputy Head of the Economic Analysis Unit at DG for Regional and Urban Policy, European Commission explicó con claridad la cuestión “Can EU policies reverse population decline?” cuestionando el modelo de Política regional de la UE para frenar la despoblación rural.
Castellanistas y aragonesistas creemos que la despoblación rural y el envejecimiento son los principales problemas estratégicos de nuestra tierra, y consideramos que las políticas de la Unión Europea y del Gobierno de España en Desarrollo Rural no han servido ni para fijar población, ni para mejorar la calidad de la prestación de los servicios públicos, ni para crear actividades productivas sostenibles en el tejido rural. Así mismo, coincidimos en reclamar la comarcalización, como una urgente forma de ordenación del territorio, que acerca la democracia y los ámbitos de decisión, e inversión al territorio rural, frente a modelos obsoletos e ineficientes como las Diputaciones Provinciales.
Una de las conclusiones de las Jornadas se ha centrado en que las cuantiosas inversiones recibidas por España para Desarrollo Regional, gestionadas por el Estado Central y las Comunidades Autónomas, solo en una parte ínfima se han aplicado a políticas activas para fijar población y evitar la despoblación. Así, en el periodo 1986-2013, España recibió 151.400 millones de euros para política agrícola, ganadera y de desarrollo rural, y 153.000 millones de euros para políticas regionales que buscan la cohesión y desarrollo de las regiones europeas, a través del Fondo de Desarrollo Regional (FEDER) y del Fondo Social Europeo (FSE). La acción institucional contra la despoblación por parte del Comité Europeo de las Regiones o de las gestiones autonómicas de los ejecutivos regionales de Castilla-León y Castila-La Mancha ha sido un sonoro y dramático fracaso.
Los integrantes de Primavera Europea creemos que las nuevas políticas de desarrollo local y de lucha contra la despoblación, exigen cantidades mucho más modestas que las aplicadas hasta la fecha, pero exigimos que se apliquen directamente a proyectos gestionados desde el tejido social, los ayuntamientos, las comarcas y mancomunidades, y no desde burocracias ajenas y alejadas al mundo rural. Para que la política de lucha contra la despoblación tenga éxito, es prioritario movilizar al tejido social en estas áreas en torno a iniciativas activas y eficaces, desde las Instituciones más próximas (Ayuntamientos, Entidades Cívicas, Mancomunidades y Comarcas) y desde la sociedad en proyectos que pongan en valor los recursos endógenos del territorio, que sean pilotados por la población local, que sean sostenibles social y ambientalmente, y que fortalezcan los tejidos sociales y empresariales autóctonos.
Los castellanistas hemos trasladado a Europa datos, que no por repetidos dejan de ser tremendamente demoledores, del fenómeno despoblador en Castilla, especialmente grave en provincias como Cuenca, Guadalajara, Palencia, Soria y Zamora. Así, la Castilla Rural ha pasado en 60 años de 4 millones habitantes a poco más de 1 millón, se han cerrado más de 4.000 escuelas rurales en Castilla y la población en los núcleos rurales castellanos de menos de 200 habitantes, supera el 50% de mayores de 65 años. Gran parte de las comarcas rurales castellanas poseen una densidad de población inferior a 10 habitantes por kilómetro cuadrado: auténticos desiertos demográficos. Es verdad que hay otras zonas de Europa (pocas) con densidades poblacionales tan bajas, como Laponia, pero nunca tuvieron una población mayor, como si la tuvo Castilla, y no sufren el feroz envejecimiento que condena al exterminio demográfico a nuestros pueblos.
Estamos promoviendo una Iniciativa Europea y Social contra la Despoblación, que pretende reunir pronto, en un Encuentro Estatal contra la Despoblación, a quienes desde toda España queremos definir estrategias y coordinar acciones sociales e institucionales contra la despoblación. Trabajaremos para traer a los representantes de Política de Desarrollo regional de la Comisión Europea a los territorios más castigados por la Despoblación de Castilla y Aragón, y al mismo tiempo queremos conocer las Experiencias Exitosas, que las hay, como el Proyecto Highlands and Islands en Escocia, el Proyecto “Northern Sparsely Populated Areas” NSPA, del Norte de Escandinavia, el Proyecto Lapland del norte de Finlandia o el Proyecto ARKA de ñas zonas montañosas de Grecia.
Estamos ya trabajando para identificar los criterios que diseñen las políticas de financiación de los Fondos de Desarrollo Regional del futuro, que garanticen que su aplicación incluya medidas efectivas y sostenibles para fijar población rural, para lo que impulsamos la elaboración, colectiva y participada, de un Libro Blanco sobre la Despoblación Rural en España y de estrategias, acciones, necesidades e inversiones para su reducción. Y todo ello no será posible sin contar con la gente más directamente afectada, por lo que ya estamos realizando la diseminación entre la población de las Comarcas más severamente despobladas de la necesidad de políticas de desarrollo integral y autóctonas, favoreciendo la movilización social con este objetivo.
(Fuente: http://burgosconecta.es/blogs/latenadadelcomun/2016/06/09/severely-depopulated-areas/#more-314 )