La Agrupación Provincial en Burgos de TIERRA COMUNERA (TC) ante la aprobación en la mañana del 28 de Diciembre pasado, por parte de la Diputación Provincial de Burgos, de sus presupuestos anuales para el ejercicio 2006, por un importe superior a los 132 millones de euros, quiere manifestar ante la opinión pública burgalesa su decepción por los contenidos de las cuentas provinciales, así como su valoración de que no van a ser útiles para solucionar los graves problemas que los pueblos y el medio rural de la provincia burgalesa tiene planteados.
Desde esta formación castellanista, se expresa públicamente que, tradicionalmente, los presupuestos de la Diputación Provincial de Burgos, aprobados con los votos de la mayoría absoluta que ostenta el PP, se han demostrado claramente ineficientes para superar la tendencia regresiva que padecen las comarcas burgalesas, y que se caracteriza por un deterioro de la calidad de la prestación de los servicios públicos que demandan sus habitantes, los fenómenos de despoblación y envejecimiento, y una paulatina pérdida de competitividad de sus infraestructuras.
Para esta formación nacionalista castellana, el equipo de gobierno del PP ha apostado por aprobar unas cuentas mediocres y continuistas, incapaces de potenciar el cambio transformador que el tejido rural necesita. A pesar de la grave situación que atraviesan los pueblos burgaleses, el equipo de gobierno del PP en la Diputación Provincial, sigue realizando declaraciones triunfalistas que no tienen en cuenta esta situación, practicando una política que se sitúa a medio camino de la incapacidad y del paternalismo, en una reedición del caciquismo decimonónico.
TIERRA COMUNERA (TC) reclama la necesidad de incrementar drásticamente el porcentaje destinado a inversiones, hasta superar al menos el 60% del total de las cuentas provinciales en 2006. Así mismo los castellanistas exigen que se incremente el grado de ejecución de las inversiones provinciales, que tradicionalmente no supera un escaso 70%, y que se habiliten partidas específicamente centradas en potenciar una estructura comarcal en la provincia, en desarrollar herramientas de lucha contra la despoblación y el envejecimiento, en crear un Plan Integral de Desarrollo Económico, y en dotar suficientemente las partidas orientadas a la mejora de las infraestructuras y dotaciones provinciales.
Desde TIERRA COMUNERA (TC-PNC), se manifiesta que todo lo que no suponga un giro radical, en la apuesta por un tejido rural vivo en esta provincia castellana, será una mera gestión mediocre, incapaz de frenar las tendencias depresivas del campo burgalés y castellano, agudizando tendencias de abandono que serán muy difíciles de corregir en el futuro inmediato.
A juicio de los responsables de TIERRA COMUNERA (TC), es inadmisible que la Diputación Provincial de Burgos dedique importantes partidas de sus presupuestos, a acometer inversiones que son competencia de otras administraciones (adquisición de terrenos para el aeropuerto de Villafría, reforma de las Casas Cuartel de la Guardia Civil, o el Plan de Emergencia Nuclear), mientras las necesidades fundamentales de las pequeñas localidades continúan desatendidas. Del mismo modo, los castellanistas critican que el denominado Plan Estratégico Provincial, presentado hace más de cuatro años por el presidente de la Diputación Provincial, siga siendo un montón de sueños irreales, que no se han llevado a cabo, permaneciendo las decenas de proyectos de desarrollo que incluía, como un espejismo irrealizable.
