Tierra Comunera se protestó de manera simbólica contra los incendios
ocurridos este verano, para ello, el pasado sábado 20 de septiembre, varios
militantes castellanistas depositaron en el registro de la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León de Burgos sendas instancias dirigidas a Juan Vicente Herrera, Presidente de la Junta de Castilla-León y a Mª Jesús Ruiz,Consejera de Medio Ambiente. Con las instancias se adjuntaba una bolsa con cenizas del incendio ocurrido en la Sierra de la Tesla (Burgos) como medida de protesta ante el gran incremento en el número de incendios y en la superficie quemada durante este año en las comunidades castellanas de Castilla-León, Madrid y Castilla-La Mancha.
Comparándolos con años anteriores, acusa a los responsables políticos de la
Junta de Castilla-León y de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, de
inoperancia y falta de eficacia para el cumplimiento de sus funciones contra
incendios. Según los datos que obran en poder de TC, los últimos días del
mes de Julio y los primeros de Agosto de este año 2003, fueron especialmente
graves, produciéndose extensos incendios forestales que han afectado a amplias
zonas arboladas, áreas urbanizadas y pobladas, así como a valiosos espacios
naturales castellanos. Después ya no se han publicado dato sobre las
superficies quemadas en Castilla.
A lo largo del mes de Julio y los primeros días de Agosto, han ardido en
ambas comunidades castellanas cerca de 15.000 hectáreas de superficie arbolada,
lo cual se acerca a las 20.000 ha. de superficie quemada en todo el periodo
2000 (13.758 ha. quemadas en Castilla y León y 6.241 ha. en Castilla-La
Mancha; que en total representaron el 20% del conjunto del Estado). En la zona de Cebreros (Ávila) y afectando a una importante superficie de la Comunidad de
Madrid, han sido pasto de las llamas más de 1.500 ha. De bosque conífero,
característico de los ecosistemas del Sistema Central; así mismo, en Castilla y
León, cabe destacar los incendios de Camarzana de Tera (Zamora) que ha afectado
a más de 30 ha. de arbolado y el de Mata de Cuellar (Segovia), que ha
quemado una superficie cercana a las 150 ha.Especial gravedad han tenido los dos
pavorosos incendios que se han originado estos días en Castilla-La Mancha; así
en Buendía (afectando a más de 2.000 ha. de los sistemas limítrofes entre las
provincias de Guadalajara y Cuenca) ha habido que desalojar varias
urbanizaciones. Por otro lado, el incendio de Saceruela (Ciudad Real), ha afectado a más de 7.000 ha. de terrenos, obligando a desalojar a cientos de vecinos en las poblaciones de Gargantiel y Fontanosas, afectando a miles de olivos que fueron pasto de las llamas, y a fincas incluidas dentro de la ZEPA (zona de especial protección de aves) de la Sierra de los Canalizos una de las principales reservas de buitre negro de Europa.
En opinión de los nacionalistas castellanos, la campaña contra incendios,
correspondiente al presente año 2003 en Castilla y León y Castilla-La Mancha,
lleva camino de convertirse en la peor de los últimos quince años, pues
probablemente se superen las 20.000 hectáreas de terrenos quemados, fruto de la
imprevisión de unas administraciones, gobernadas por el PP y el PSOE, que no han
adoptado dispositivos especiales ante un año, que desde hace varios meses se
evidencia como el más seco y más caluroso de las últimas décadas, lo cual se
une a un pasado invierno especialmente lluvioso, que ha favorecido la
proliferación de vegetación y matorral en nuestros bosques y campos. Del mismo
modo, los castellanistas critican que los gobiernos regionales citados, aún no
hayan puesto en funcionamiento las medidas contempladas en el «Convenio de
Colaboración en materia de extinción de incendios forestales entre las
Comunidades Autónomas de Castilla y León, Madrid y Castilla-La Mancha», aprobado en noviembre de 1996, y que aún no ha sido puesto en funcionamiento.
Estas catástrofes medioambientales, que son los incendios forestales,
provocan daños irreversibles en los ecosistemas castellanos, acelerando los
fenómenos de erosión y desertización, afectando las poblaciones de especies
protegidas, contaminando la atmósfera y potenciando el cambio climático y la
sequía.Esta formación castellanista, urge a los responsables de la Junta de Castilla y León y de Castilla-La Mancha, a que intensifiquen las medidas
antiincendios, con la adopción de las siguientes medidas:
presupuestos dedicados a las tareas contraincendios. Mejoras en la profesionalización del personal y renovación del material, muchas veces obsoleto y anticuado.
las tareas de formación y concienciación entre la población en general y los
agricultores y habitantes del medio rural en particular.
Diputación y los Gobiernos regionales de Castilla y León y Castilla-La
Mancha.
desarrollo sostenible a largo plazo en el medio rural, promoviendo medidas
contra la erosión y la desertización, así como repoblaciones con especies
forestales autóctonas, más resistentes a la acción de los incendios.