La Ejecutiva Nacional de TIERRA COMUNERA-PARTIDO NACIONALISTA CASTELLANO (TC-PNC), va a dirigirse en los próximos días a los responsables del Ministerio de Medio Ambiente para reclamar la transferencia de las competencias en materia de Aguas y la Gestión de la Confederación Hidrográfica del Duero a la Comunidad de Castilla y León.
Desde esta formación castellanista se considera que en el proceso de desarrollo del autogobierno de la Comunidad de Castilla y León, exige la asunción de competencias en materia de Aguas, y muy especialmente la transferencia de la gestión de la Confederación Hidrográfica del Duero, puesto que la planificación de las políticas agropecuarias, medioambientales y de ordenación y desarrollo del territorio, son inoperantes sin asumir la responsabilidad en materia de planificación hidrológica y de ejecución de infraestructuras hidráulicas. En este sentido, los comuneros recuerdan que Comunidades como Andalucía, Baleares, Canarias, Cataluña, Galicia o el País Vasco tienen, en mayor o menor media, ya asumidas las competencias en materia de Aguas.
Para los responsables de TIERRA COMUNERA (TC-PNC), los responsables del Gobierno Central y del Gobierno Regional coinciden en paralizar la materialización de estas transferencias, puesto que las políticas del PP y del PSOE para Castilla y León evidencian en la práctica, su voluntad de dotar a esta tierra de una autonomía de segunda fila, incapaz de asumir el protagonismo que le corresponde en el conjunto del Estado.
TIERRA COMUNERA (TC-PNC) recuerda que de los 78.952 kilómetros cuadrados de superficie de la Cuenca del Duero en territorio español, la práctica totalidad corresponde a la Comunidad de Castilla y León, siendo las participaciones de las Comunidades de Galicia, Castilla-La Mancha, Madrid, Cantabria, La Rioja y Extremadura en la misma, absolutamente testimoniales y no significativas, desde el punto de vista de la gestión.
Los castellanistas, además de reclamar la asunción de las competencias en materia de Aguas por parte de la Comunidad de Castilla y León, así como la Gestión de la Confederación Hidrográfica del Duero, exigen una profunda remodelación de este organismo, desde el punto de vista del reforzamiento de su carácter público, profundizando su democratización y la participación cívica en su gestión, introduciendo criterios de eficiencia y protección ambiental en su funcionamiento y adecuando su actuación a las exigencias emanadas por la legislación de la Unión Europea en materia de Aguas, así como adecuando sus prioridades y sus inversiones a las necesidades específicas del desarrollo endógeno y autocentrado de Castilla y León.
Finalmente, los máximos responsables de esta formación castellanista recuerdan la tradicional discriminación de la Comunidad de Castilla y León, por parte del Estado, puesto que históricamente ha sido la Confederación Hidrográfica del Duero, la Cuenca Hidrológica que menores inversiones del Estado en Infraestructuras ha recibido por kilómetro cuadrado de superficie, lo cual ha generado un enorme déficit en materia de dotaciones hídricas, regadíos, e infraestructuras hidráulicas asociadas al desarrollo rural, industrial y urbano.