Para TIERRA COMUNERA (TC) el Gobierno socialista de CLM se ha dedicado sus cien primeros días de gobierno de esta Legislatura a lo mismo que los veinticuatro años anteriores: a salir en los medios de comunicación con discursos triunfalistas, asistir a ferias y romerías y prometer y presentar proyectos que nunca cumplen. La prueba más evidente es que CLM sigue estando en la misma situación respecto al resto de España que cuando se creó esta «extraña» autonomía incompleta (pues falta Madrid): entre los tres últimos lugares en todos los índices de desarrollo y bienestar.
Mientras tanto, el Presidente Barreda y todos sus Consejeros se pasan el día recorriendo ferias, fiestas y romerías (cuando no en largos viajes por otros continentes), presentando con gran aparato propagandístico proyectos que nunca se llevan a cabo o que se retrasan durante años (CLM sigue sin tener comunicadas entre si sus capitales de provincia y sus ciudadades más importantes por autovía, aunque llevamos muchos años oyendo hablar de cohesión territorial), incumpliendo sus promesas (¿regeneración democrática?) y ninguneando a las minorías políticas de esta autonomía (llevamos más de un año esperando a que el Sr. Barreda cumpla la promesa que hizo personalmente a TIERRA COMUNERA (TC) de recibirla, aunque como eso lo prometió en las fiestas de un pueblo, seguro que se le olvidó al día siguiente… y luego se le llena la boca de hablar de complicidad con la sociedad).
En cuanto al Partido Popular de esta Comunidad, ha demostrado estar tan vacío de ideas que, pese a oponerse a modificaciones de leyes como la reforma de la Ley Electoral, han tenido que ser partido como TIERRA COMUNERA (TC) los únicos que han aportado proyectos serios de modificación de dicha Ley (por cierto, obviados totalmente tanto por PSOE, como por PP, como por los medios de comunicación). Un PP que se opone incluso a las propuestas que lleva adelante su propio partido en
otras autonomías donde gobierna. Al final, PSOE y PP se intercambian los papeles entre las autonomías que gobiernan y las que son oposición, sin que cambien en absoluto las políticas que ambos aplican.
En definitiva, nuevamente cien días desperdiciados para lograr el progreso de esta tierra olvidada, como despeciados han sido los últimos veinticinco años en los que no se ha avanzado ni un milímetro para salir del furgón de cola de las autonomías españolas. Y no lo desimos nosotros, lo dice el Instituto Nacional de Estadística.