TIERRA COMUNERA (TC-PNC) EXIGE APLICACIÓN DE CRITERIOS SOCIALES
EN LA REESTRUCTURACIÓN DEL BSCH EN BURGOS
La Agrupación Provincial de Burgos del partido nacionalista castellano TIERRA COMUNERA (TC-PNC), ante el anuncio efectuado por los responsables del grupo BSCH, de reestructuración de esta entidad bancaria en el ámbito estatal, que supondrá el cierre de más del 25% de las sucursales bancarias existentes y una fuerte reducción en el empleo de esta entidad, y ante la fuerte incidencia de esta medida en el sector bancario de la provincia de Burgos, solicita que no se reduzca el peso económico de la entidad en Burgos y que se garanticen los derechos de los actuales trabajadores, y que la disminución de empleo se realice mediante prejubilaciones consensuadas para empleados con más de 52 años.
El anuncio de reestructuración del actual grupo BSCH, y de la unificación de las marcas del BS y BCH, supondrá el cierre de más de 1000 oficinas, que se sumarán a las 1.400 ya cerradas desde la fusión del Banco de Santander (BS) y del Banco CentralHispano (BCH), operación que también afectará a un importante y todavía indeterminado número de oficinas de BANESTO, (entidad dependiente del mismo grupo financiero), cercano al medio centenar, y afectará a cerca de 4.000 trabajadores en toda España.
En la provincia de Burgos, donde el grupo BSCH + BANESTO cuenta con 50 delegaciones, el número de oficinas cerradas o integradas supondrá una cifra comprendida entre 13 y 15 oficinas y la eliminación de unos 40 puestos de trabajo. A este impacto negativo sobre la economía burgalesa, se añadirá la reducción en la actividad económica indirecta que implica el cierre de oficinas en aquellas localidades afectadas (Burgos, y muy probablemente otras cabeceras de comarca burgalesas). A nivel de la comunidad de Castilla y León, según las previsiones del Área de Economía de TC-PNC, la reestructuración de BSCH + BANESTO supondrá el cierre de cerca de 100 oficinas y la pérdida de más de 300 puestos de trabajo.
Desde TIERRA COMUNERA (TC-PNC) se exige a los responsables de la aplicación de la reestructuración del grupo BSCH, la aplicación de criterios sociales en la misma, la negociación con los sindicatos de la reducción de puestos de trabajo y la reinversión en Burgos y en Castilla-León, de los beneficios obtenidos por la entidad en este territorio. Teniendo en cuenta que durante el ejercicio 2000 los beneficios netos del grupo han superado los 700.000 millones de pesetas (un 20% más que en el ejercicio anterior), no sería asumible una reestructuración asocial, contraria a los derechos de los trabajadores y perjudicial a los intereses económicos de un territorio como el burgalés y el castellano, exportador neto de ahorro financiero, donde las entidades bancarias expolian el ahorro ciudadano para invertirlo, al igual que los beneficios de la entidad, en otras comunidades.