Varios miembros de Tierra Comunera de la Agrupación de Burgos, entre los que se encontraban su Secretario Provincial, José Igancio Delgado, así como los concejales comuneros del ayuntamiento de Aranda de Duero, Sebastián de la Serna y Teresa Hontoria, participaron en la marcha lenta para exigir la potenciación de la línea férrea Madrid-Arnda-Burgos, que se celebró este domingo por la N-122.
La caravana reivindicativa discurrió entre Aranda y La Vid aunque no se logró el objetivo de dotarla de más realce con el cambio de sitio. Fallido ha resultado el primer intento de dar más repercusión pública a la marcha lenta que, desde hace tres semanas, celebran los domingos por la tarde los arandinos para exigir la potenciación de la línea férrea Madrid-Aranda-Burgos. El cambio de ubicación de la A-1 a la N-122 supuso poco más que una variación en el recorrido ya que, el poco tráfico que ayer circulaba por este vial apenas se vio alterado por la marcha, que únicamente logró incrementar la densidad circulatoria pero, en ningún caso colapsar la vía.
En cualquier caso, la cita parece ya contar con un respaldo fijo y cerca de un centenar de vehículos se dio cita a la taurina hora de las cinco de la tarde en el polígono industrial de la capital ribereña para iniciar la marcha hacia La Vid.
La interacción de los semáforos existentes en la travesía de la N-122, que al ponerse en rojo dividieron la caravana en grupos más pequeños, parece que fue determinante para que la marcha apenas tuviera repercusiones. De hecho, lo más destacable fue, una vez más, una inexplicablemente intensa presencia de la Guardia Civil, incluso con coches sin identificar, que resultaba difícil de entender para muchos de los presentes dada la tranquilidad con que discurría la movilización.
Una vez más al menos tres de los participantes fueron detenidos y multados con 150 euros por, según recogieron las denuncias, entorpecer el discurrir normal de la circulación a pesar de que la marcha superaba los 60 kilómetros por hora. Como novedad, por primera vez aparecía en la redacción de la sanción que se estaba participando en un acto reivindicativo a favor del ferrocarril.
La actitud de los agentes de la Benemérita encendió los ánimos de los manifestantes, que decidieron cambiar el punto de llegada de la marcha y situarlo delante del cuartel de la Guardia Civil en la capital ribereña. Allí, medio centenar de personas mostraron su disconformidad coreando consignas como «Guardias, escucha, Aranda está en la lucha» «Vuestras multas no nos paran» o «Que nos quiten la multa ahora».
Finalmente una pequeña delegación fue recibida en el interior de las dependencias y se pusieron en contacto incluso con la Subdelegación del Gobierno. Aunque las sanciones seguirán tramitándose, se les advirtió que podrán ser recurridas. Asimismo, como es habitual en el discurso del Cuerpo Armado en estos días, incidieron en que es mejor que se notifiquen las marchas para que se tomen las medidas de precaución que sean precisas.