El digital La Rioja se hacía eco el pasado 12 de diciembre de la posición del Gobierno de La Rioja (PP) ante la proposición no de ley del PP de Pablo Casado de un nuevo Plan Nacional del Agua: el consejero de Agricultura y Medio Ambiente, Íñigo Nagore, dijo «sí nos opondríamos si no se satisfacen previamente nuestras demandas y necesidades» y no se opone a un hipotético trasvase. Salta la pregunta de qué intereses tiene el PP en Levante que no tenga en otras territorios.
Los trasvases favorecen el encarecimiento del suelo y facilitan la especulación y la corrupción, que desembocan en dificultades para el acceso a la vivienda, en las provincias receptoras del agua. En las provincias que ceden, sin ser consultadas y sin debate alguno, los trasvases promueven la despoblación.
Los castellanistas queremos saber a qué se refiere el señor Íñigo Nagore cuando dice «la propuesta, en la que ya estuvo trabajando el anterior Gobierno del PP y que se paralizó con la llegada de Pedro Sánchez, es bastante razonable y, aunque este asunto siempre es muy problemático, hay muchas más circunstancias a tener en cuenta».
Por todo esto, PCAS-TC rechaza la aceptación de un trasvase del Ebro por parte del Gobierno de La Rioja, que supondría más construcción de embalses en las sierras riojanas, secularmente olvidadas, agrandando la brecha territorial dentro de la comunidad.