Los comuneros burgaleses llevan una década solicitando a diferentes instituciones, principalmente al Ayuntamiento de la Ciudad, el nombramiento de Burgos como “Capital de la Lengua Castellana”.
La propuesta que ha vuelto a tomar notoriedad, tras el plagio de la propuesta por una formación política, evidencia, una vez más la mediocridad de la clase política local que deja pasar un motor de desarrollo de primer nivel, y lucha contra la despoblación para la provincia de Burgos. Ese nivel, de mediocridad y ausencia de capacidad, llegó hace unas semanas a uno de sus máximas cuotas al permitir el cierre del Museo del Libro en la ciudad.
Los castellanistas han registrado, desde 2010, diferentes peticiones en el Consistorio, solicitando la declaración de Burgos como “Capital del Castellano”, la última, el 14 noviembre 2017. Ya en 2011 se propuso la recuperación del Hospital de la Concepción reconvirtiéndolo, en colaboración con la Universidad de Burgos, en un Centro de Estudios de Castellano para Extranjeros.
La autodenominación de “Capital del Castellano” no puede ni debe molestar a ninguna otra ciudad o provincia. Burgos tiene motivos más que suficientes para reivindicarse como la cuna del castellano. No en vano, en la provincia burgalesa se han encontrado los textos escritos en castellano más antiguos, los Cartularios de Valpuesta, y en Taranco de Mena se cita por primera vez la palabra Castilla, sin olvidar las Glosas Silenses.
Burgos ya se autonombró, “Cabeza de Castilla” o “Ciudad del Cid”, incluso en los últimos tiempos ha pagado por ser Capital Gastronómica española….
El “pastel” del castellano es tan grande que no sólo Burgos se vería beneficiada por este nombramiento, si no que toda la comunidad autonómica y provincias limítrofes podrían «sacar tajada». Cataluña y Andalucía acogen más estudiantes de Castellano que Castilla y León. Según el estudio («Impacto Económico de los Estudiantes Internacionales en España, elaborado por el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad,) la repercusión total de los estudiantes extranjeros en el curso 2014-15 fue de 782.922.816 euros y el efecto multiplicador de esta actividad fue de 2,51, por cada euro que los estudiantes gastaron en su programa educativo invirtieron 1,51 euros más en otros sectores de la economía española
Desde el PARTIDO CASTELLANO- TIERRA COMUNERA (PCAS-TC) se vuelve a insistir al Consistorio de la ciudad, “en la importancia de desarrollar alternativas de futuro para la población burgalesa, sobre todo la joven».
La ciudad de Salamanca, con la complicidad de la Junta de Castilla y León, hace meses que se publicita como “Ciudad del Español”. Desde la s filas castellanistas se recuerda que, «ésta reclamación histórica del PCAS-TC podría atraer cada año, como mínimo a cerca de 10.000 estudiantes y 250 profesores de Castellano a Burgos, sólo por tratarse de la cuna del idioma que hablan 440 millones de personas en el mundo, según datos del Instituto Cervantes, 14 millones de personas estudian castellano como segunda lengua».
Aunque Burgos puede llegar tarde, para variar, los comuneros burgaleses siguen insistiendo para que Burgos explote su “romance” con la lengua castellana. Los castellanistas también propusieron, antes que nadie, que uno de los ejes de la candidatura de Burgos, como Capital Cultural en 2031, sea el Castellano.