
Un año más el 10 de diciembre, se conmemora el día internacional de los Derechos Humanos. Desde el PARTIDO CASTELLANO- TIERRA COMUNERA (PCAS-TC), se solicita al Ayuntamiento de Burgos, que prescinda la pistola de electrochoque de la que dispone, por considerarse, “un instrumento que puede poner en riesgo a la ciudadanía”. Sin ir más lejos hace escasas fechas un hombre moría en Badalona tras recibir una descarga de la policía autonómica con una pistola taser.
Según el PARTIDO CASTELLANO- TIERRA COMUNERA (PCAS-TC), son dos las razones por las que la Policía Local no debe utilizar este tipo de armas, en primer lugar las competencias de orden público corresponden a la Policía Nacional, y la segunda, y principal, es la peligrosidad de estas armas. Según varios informes de Amnistía Internacional, más de 500 personas han muerto en Estados Unidos y Canadá desde 2001 después de haber recibido la descarga eléctrica de pistolas Taser. Según esta ONG, “a pesar de su frecuente uso, no ha habido ningún estudio riguroso, independiente e imparcial sobre sus efectos, especialmente sobre personas que padecen del corazón o que están bajo la influencia de las drogas”.
Desde las filas castellanistas, “se lamenta que el Ayuntamiento de Burgos, tras la adquisición de esta pistola, todavía no haya elaborado un protocolo de uso”, aunque por suerte nunca ha llegado a utilizarse. Los castellanistas, afirman, “que la adecuada formación de los agentes de la Policía Municipal, es suficiente para poder reducir a personas con conducta violenta, como ha ocurrido hasta ahora sin ningún de incidente grave, ni para los policías, ni para los delincuentes”.
Este tipo de armas tienen como finalidad inmovilizar a la víctima. En la actualidad, las armas Taser disparan dos dardos con electrodos que se conectan al arma mediante alambres de metal. El arma manda cargas eléctricas a los electrodos que al alcanzar a la persona, controlando sus músculos incapacitándola, en varios casos se han causado diferentes lesiones, e incluso la muerte.